El Hospital Obrero de La Paz colapsó y contrata clínicas privadas
En un recorrido que hizo el semanario El Compadre por el Hospital Obrero, ubicado en Miraflores (La Paz), pudo constatar cómo los pacientes esperan por horas en la sala de Emergencias como en las salas de internación.
La Paz, 22 de septiembre (Semanario El Compadre).- En la Sala de Emergencia se respira tensión y apuro. Las señales de alivio no asoman. Las enfermeras se trasladan de un lado a otro, ven uno y otro caso, mientras los gritos de dolor de una paciente se oyen más fuertes. No la escuchan, no la atienden. Junto a ella hay poco más de 10 pacientes que esperan atención. Sus familiares afligidos, los pocos médicos que se ven ajetreados llenan la sala de emergencias y aún más cuando al mismo tiempo van llegando más enfermos. Así colapsa diariamente el Hospital Obrero.
En un recorrido que hizo el semanario El Compadre por el Hospital Obrero, ubicado en Miraflores (La Paz), pudo constatar cómo los pacientes esperan por horas en la sala de Emergencias como en las salas de internación.
No importa la hora. Los trabajadores de salud están siempre ocupados y caminando por los pasillos de la planta baja de manera apresurada. La demanda jamás baja, pues unos salen y otros aguardan su turno para ser ingresados.
Una vez registrados, los pacientes deben armarse de paciencia. Uno de ellos relató que ingresó a Emergencias a horas 7.00 y que los médicos tardaron como una hora para auxiliarle, luego esperó 12 horas para ser trasladado a una cama de internación. “Estuve todo el día esperando a que me internen, me decían a cada hora que ya me subirían a una cama, pero nunca lo hacían”, mencionó Carla L. que padecía de un mal en la vesícula.
El Compadre consultó a los familiares de los enfermos y todos coincidieron en la misma respuesta de manera molesta. “Mi hija está aquí desde la mañana y no nos dan respuesta, si le van a internan o no”, protestó Pedro L.
Así es el panorama en emergencia, el nerviosísimo de los trabajadores de salud está a flor de piel; mientras que en los pisos superiores, los internos se resignan a permanecer en una sala atestada. Apenas hay un metro de espacio entre una cama y la otray los familiares deben acomodarse.
Además, otro de los factores que provoca la impaciencia de los pacientes internos que esperan ser intervenidos quirúrgicamente es la disminución de los quirófanos; de 15 unidades habilitadas, ahora solo se pueden usar 11, debido a que cuatro se encuentran en proceso de refacción, según explicaron.
El director del Hospital Obrero, Carlos Guachalla, admitió la dura realidad que se vive en ese nosocomio de la Caja Nacional de Salud (CNS). Expresó su preocupación al mencionar que ese centro de salud de tercer nivel fue construido para internar a 300 pacientes, para una población de 425 mil asegurados en 1948. Sin embargo, la Caja Nacional de Salud cuenta con 2 millones de asegurados, por lo que en los últimos años se tuvo que aumentar hasta 540 camas.
“Tenemos dificultades por el espacio, la infraestructura ya no da más. El hospital ya está en su nivel máximo de atención”, remarcó.
Las cifras del Hospital Obrero son enormes. Cada año, cuando menos 30 mil personas son atendidos en Consulta Externa; el dato se dispara a 72.600 cuando se refiere a la Medicina Interna.
Además se ralizan 8.500 cirugías anualmente; pero, para esa cantidad solo existen 131 médicos especialistas, quienes permanecen frecuentemente ocupados.
Remarcó que la falta de recursos humanos es otra gran deficiencia que presenta el Hospital Obrero, porque no existe el número adecuado de profesionales en las 17 especialidades que se ofrece, para una atención adecuada de pacientes asegurados. Por ello se contrató el servicio de nosocomios privados.
Alquilan camas del Juan XXIII desde el lunes
A partir de este lunes, 21 de septiembre, la Caja Nacional de Salud (CNS) alquila 100 camas del Hospital Juan XXII para trasladar a los pacientes asegurados del Hospital Obrero, ante la saturación que presenta ese nosocomio.
La información la hizo conocer el director del Hospital Obrero, Carlos Guachalla, quien indicó que el Hospital Obrero encontró espacios para la internación de pacientes en el Juan XXIII ubicado en la zona Munaypata de La Paz.
“Hemos superado el límite y por eso tenemos que buscar espacios para trasladar a nuestros pacientes. Vamos a incrementar el número de camas, entre 50 a 100 en el Juan XXIII porque es necesario”, sostuvo.
El director agregó que: “Ya se están armando los equipos médicos quirúrgicos para que los pacientes puedan directamente tener una atención más o menos adecuada”.
Dio a conocer que el personal médico y los trabajadores de salud del Hospital Obrero se trasladarán al nosocomio Juan XXIII para atender a los pacientes, mientras la CNS haga las gestiones para contratar a un nuevo personal.
“Se va a contratar otro personal médico, pero ahí está nuestra deficiencia en la contratación de nuevos médicos, porque no hay tantos en el mercado”, subrayó Guachalla.
Recordó que en septiembre de 2014 se tomó la primera medida similar, cuando se alquiló 30 camas en el Hospital San Gabriel, ubicado en la zona de Villa Copacabana; sin embargo, en vista de que la saturación no fue resuelta, tuvieron que seguir buscando espacios.
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