“El asesinato de un dirigente político es una herida de muerte a la democracia”, advirtió Luis Almagro, secretario general de la OEA. “Y una sucesión de hechos de violencia política en un proceso electoral es la muerte de mucha democracia”, agregó en un comunicado, en el que recordó que la muerte de Díaz “no es un episodio aislado”.