Morales condenó que Almagro “reciba con los brazos abiertos” a uno de los principales responsables de la masacre conocida como ‘Octubre Negro’, y lo acusó de convertir a la OEA en “un refugio de asesinos prófugos.
Gonzáles también expresó su “preocupación” por la ausencia de Luis Almagro en la sesión y aseveró que su jefe de gabinete, Gonzalo Koncke, entró en una contradicción durante su intervención.
“Es inaceptable que estos grupos (que ‘satanizan’ a Morales) hayan encontrado en Almagro a un portavoz y lazarillo político para intervenir en los asuntos internos del estado de Bolivia”, señaló el ministro boliviano.
“Que bien que el gobierno reconozca que la OEA tiene la última palabra”, manifestó Quiroga, e indicó que los legisladores explicarán ante la CIDH la posición de ellos y de los líderes políticos y ex presidentes de Bolivia.