La mañana de este martes, la expresidenta Jeanine Añez fue nuevamente trasladada a un centro médico desde el penal de Miraflores, donde cumple detención preventiva por el presunto golpe de Estado del 2019.

Según información de medios estatales, Añez fue sometida a estudios neurofisológicos para garantizar su estado de salud. Regresó a la cárcel cerca a las 12:30.

“Este es un estudio neurofisiológico; simplemente, se va a ver si los nervios y los músculos están funcionando adecuadamente, eso es todo”, dijo la doctora Mónica Molina, quien realizará los estudios médicos.

La doctora agregó que el resultado del estudio se conocerá esta jornada para saber si la expresidenta requiere estudios complementarios en otras especialidades.

Con esta, es la cuarta vez que Añez es llevada a un centro médico en las últimas semanas. El fin de semana la expresidenta se “autolesionó” al cortarse las muñecas, hecho que provocó la reacción de diversos políticos de oposición y hasta organismos y países del extranjero que pidieron resguardar su salud física y piscológica.

“Ya no quiero vivir”

Paralelamente a su traslado al centro médico, Añez publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que asegura que “ya no quiere vivir” y pide conocer los medicamentos que le son proporcionados en la cárcel.

“Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando”, señaló Añez.

Además, el mensaje compartido en la cuenta de Twitter de la exmandataria agrega que Añez “está muy débil. Sufre de forma permanente. Cada 10 minutos ingresa alguien a su celda, a espiar, a preguntar o no se sabe a qué. Vive en alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: Si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo conocido”.

El lunes, el director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, informó que la salud de Áñez no está en riesgo y que se encuentra estable recibiendo todas las atenciones.

Áñez se encuentra con detención preventiva desde marzo de 2021 por la presunta comisión de los delitos de sedición, conspiración y terrorismo.

Cuando Áñez llegó al centro médico, familiares de las víctimas de las masacres de su  Gobierno llegaron hasta el lugar para reclamar justicia ante la vulneración de derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales demostradas por el informe del el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia).