La Paz, 28 de mayo (Oxígeno).- Las vocales Dina Chuquimia, Fanny Rivas y Marco Ayala renunciaron hoy al Tribunal Supremo Electoral un día después que el vicepresidente  Álvaro García Linera conminara a todas las autoridades electorales a definir su destino porque de lo contrario lo haría la Asamblea Legislativa el viernes.

Las tres dimisiones se suman a la de Wilma Velasco, Ramiro Paredes y Wilfredo Ovando. Con las seis renuncias, la Sala Plena del TSE se queda con sólo el vocal Irineo Zuna, en consecuencia no existe el quórum necesario para llevar adelante sesiones.

Falta de legitimidad 

Uno de los motivos que desencadenó la decisión de cada uno de los vocales electorales fue la ola de críticas de la opinión pública por el comportamiento de algunos que pusieron en duda la credibilidad del TSE.

Ayala argumentó esta mañana que da un paso al costado para garantizar la institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral y por la construcción de la democracia.

Por su parte, Rivas indicó: “Me voy con la conciencia tranquila". Dio a conocer su respeto por el TSE al igual que el de una Iglesia, dijo que garantizar la institucionalidad es sagrado.

Dina Chuquimia, mediante una carta enviada al vicepresidente Álvaro García Linera, dio a conocer que asume de decisión de renunciar al cargo ante “la imposibilidad de continuar”  ante la falta de legitimidad.

 “(..) es precisamente por esa razón que RENUNCIO PARA DAR VIABILIDAD a la Asamblea Legislativa Plurinacional para que pueda velar por la conformación de las nuevas autoridades electorales que podrán llevar adelante los destinos del Órgano Electoral Plurinacional por el bien de nuestra querida patria (SIC)”, se lee en parte de la  misiva.

La Carta Magna establece, en el parágrafo III, que es la Asamblea Legislativa tiene la potestad para elegir a los miembros del Órgano Electoral mediante dos tercios de votos, que actualmente tiene el gubernamental Movimiento Al Socialismo  (MAS).

El destino del TSE en manos del Legislativo

La Constitución Política del Estado, aprobada en 2009, indica en el parágrafo II del Artículo 206 que el TSE “está compuesto por siete miembros, quienes durarán en sus funciones seis años sin posibilidad de reelección, y al menos dos de los cuales serán de origen indígena originario campesino”.

Las renuncias fueron diarias desde el lunes. La primera vocal electoral en dejar el cargo fue Wilma Velasco, quien renunció el lunes a la presidencia del TSE; el martes, el turno fue de Ramiro Paredes, quien dio un paso al costado luego de ser punto de críticas por festejar su cumpleaños junto a militantes del MAS en una fiesta días antes de las elecciones regionales. El miércoles por la tarde lo hizo Wilfredo Ovando.

El martes, legisladores del oficialismo y de las fuerzas opositoras expresaron su desconfianza sobre el Tribunal Supremo Electoral, que tiene la tarea de llevar adelante referendos autonómicos del 12 de julio.

El vicepresidente Álvaro García Linera exigió el miércoles a los miembros del TSE que quedaron tras la renuncia de Wilma Velasco, Ramiro Paredes y Wilfredo Ovando definir su situación en 48 horas, porque de no hacerlo la Asamblea Legislativa tomará decisiones en base a los mecanismos legales.

 “Todos los miembros del Tribunal Supremo Electoral tienen que definir su destino hasta el viernes, porque si no, a partir del viernes, lo va definir  la Asamblea Legislativa”, advirtió  García Linera.

Esa no fue la única conminatoria a los vocales,  el viernes anterior el senador del MAS y presidente del Senado, Alberto Gonzales, cuestionó la imagen que algunas autoridades electorales reflejan a la población, por lo que abrió la posibilidad de discutir el tema en el Legislativo.

“La gente está muy decepcionada y defraudada de este tribunal y bueno, será el momento de tomar decisiones y serán ellos los que lo hagan (la renuncia) o se procederá a un acortamiento de mandato", afirmó Gonzales.