La Paz, 17 de marzo (Prensa Latina).- El presidente boliviano, Evo Morales, destacó hoy que los países de Latinoamérica están más unidos que nunca ante las políticas que pretende imponer el gobierno de Estados Unidos.(PLRadio)

Desde Cobija, capital del amazónico departamento de Pando y poco antes de partir hacia Venezuela para participar en una reunión de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Morales dijo que hay más unidad que nunca ante las posiciones de Washington.

"Nos estamos uniendo entre los latinoamericanos. Primero rechazó la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) esta amenaza de injerencia y de intervención, ahora los países del ALBA, después será la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), pero también los países no alineados que somos parte de ellos", comentó.

El viaje de Morales a Caracas estaba planificado para la noche anterior, pero finalmente salió al amanecer desde la referida ciudad amazónica.

Tanto el mandatario boliviano como los de otros países miembros del grupo buscarán una posición común para presentarla en la Cumbre de las Américas, prevista para los días 10 y 11 de abril en Panamá, frente a la determinación del presidente Barack Obama de declarar a Venezuela "una amenaza para la seguridad de Estados Unidos".

Para Morales, Estados Unidos debe cambiar su accionar, porque si no lo hace, todos los países, con seguridad, defenderán su soberanía y aclaró que en el caso de Bolivia, en corto tiempo, se consolidó una liberación política y económica que permitió que el país esté mejor y pueda desarrollarse.

"Ahora estamos mejor, antes (estábamos) sometidos políticamente a Estados Unidos, económicamente al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Bolivia era un Estado mendigo, no tenía posibilidad de desarrollarse, algunos expresidentes decían Bolivia se nos muere y hablaban del Estado fallido", insistió.

A principios de mes, el presidente de Estados Unidos consideró a Venezuela una amenaza para su seguridad nacional, posición que encontró el rechazo de muchos gobiernos y personalidades de la región y del mundo.

En Bolivia, miembros del Ejecutivo y el Legislativo, además de dirigentes de los movimientos sociales, criticaron la postura de Obama y exigieron respeto para Venezuela y el presidente electo de aquel país, Nicolás Maduro.