Posesionan a los nuevos presidentes de Aduana e Impuestos con la misión de acabar la corrupción
“No va a ser una tarea fácil. Estas instituciones se convirtieron en un instrumento para transformar al Estado en el centro de la economía nacional y perjudicar al contribuyente. Eso debe cambiar para eliminar el ‘Estado Tranca’”, afirmó el ministro de Economía, Gabriel Espinoza, en el acto de posesión.

La tarde de este martes, el ministro de Economía, Gabriel Espinoza, posesionó a Jorge Leonardo Zogbi Nogales como presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) y a Alberto Samuel Soto de la Vía como máximo ejecutivo de la Aduana Nacional de Bolivia.
“No va a ser una tarea fácil. Estas instituciones se convirtieron en un instrumento para transformar al Estado en el centro de la economía nacional y perjudicar al contribuyente. Eso debe cambiar para eliminar el ‘Estado Tranca’”, afirmó Espinoza en el acto.
En ese sentido, las nuevas autoridades del SIN y de Aduana prometieron trabajar para transparentar el trabajo de ambas instituciones y acabar con la corrupción en sus funciones.
“La misión es clara y estamos aquí para trabajar duro, sin descanso, para que el SIN deje de ser la casa del terror, respete los derechos de los contribuyentes, retome el camino de la modernización, de la institucionalización, y que todos juntos podamos en un breve tiempo poder celebrar de que nuevamente contamos con una entidad al servicio de la gente”, dijo Zogbi.
Recalcó que trabajará para que Impuestos está al “servicio del contribuyente” y tendrá a la corrupción como una de sus principales enemigas.
“No duden de que no los voy a defraudar. La corrupción será una de las principales enemigas de la institución”, señaló
En esa misma línea, el nuevo Presidente de la Aduana aseveró que asume esta responsabilidad con la convicción de que ya no se puede seguir tolerando lo vivido en los últimos 20 años y enfatizó en el objetivo de luchar contra la “corrupción, extorsión, abusos y contrabando”.
Según el ejecutivo, la limpieza, reestructuración y modernización de la Aduana es obligatoria, pero no alcanza si no cambia la mentalidad del servidor público.
“El que quiera aprovecharse de sus funciones que se atenga a las consecuencias”, advirtió.
