El ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, restó importancia a la intención del Gobierno de Argentina de colocar un cerco de 200 metros para cerrar la frontera entre Salta con Bolivia y advirtió que “tarde o temprano todos los muros caen”.

La autoridad afirmó que el cero que pretende colocar argentina representa solo el 0,026% de la frontera, que se extiende por más de 700 kilómetros.

“La frontera entre Bolivia y Argentina son más de 742 kilómetros lineales. Estos 200 metros no responden ni al 0,026% y la historia nos ha enseñado que tarde o temprano todos los muros se caen”, manifestó a Erbol.

Horas antes, y  luego de que el municipio de Aguas Blancas, en Salta, anunciara la construcción de un alambrado de 200 metros para evitar pasos fronterizos ilegales desde Bolivia, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, justificó la decisión y afirmó que se trata de un punto de entrada de cocaína.

“Está cuidando una frontera muy caliente, por donde más cocaína entra en la Argentina. Es un paso fronterizo en el que había absoluto descontrol y en el último tiempo se había asentado el crimen organizado, mediante bandas, con muertes de sicarios”, afirmó.

Entretanto, el fin de semana, la Cancillería de Bolivia expresó su preocupación por el anuncio de levantar una cerca de 200 metros en la frontera de ambos países, y recordó que los temas fronterizos deben ser tratados a través de mecanismos de diálogo bilateral.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia expresa su preocupación ante el anuncio del Gobierno de Argentina de instalar una cerca de 200 metros en la frontera entre ambos países”, establece parte del comunicado oficial.

En ese sentido, anunció que solicitará, a través de los canales diplomáticos, la información sobre este tema para emprender las acciones que correspondan, aunque insistió que temas de fronteras deben ser tratados a través de los mecanismos respectivos.

“Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”, añade el texto.