El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, Lucio Gómez, reconoció este lunes que su paro anunciado para el próximo 1 de agosto no solucionará el problema de la escasez de carburantes, principalmente del diésel, y perjudicará a la población; sin embargo, afirmó que es una medida “necesaria” para exigir que las autoridades “digan la verdad”.

“No se busca la solución, sino que digan la verdad”, afirmó Gómez en conferencia de prensa.

El representante de la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, en ese sentido, reconoció que “sí estamos perjudicando al pueblo” pero consideró que no hay “otro camino” que acatar su paro.

Gómez, en ese sentido, señaló que su sector no realiza paros hace dos años y afirmó que su derecho a la protesta está reconocido por la Constitución Política del Estado.

“Este jueves sí o sí está determinado por un Congreso, no se va a mover bajo ninguna circunstancia, este paro es el 1 de agosto”, aseveró.

Advirtió, en ese sentido, que el 1 de agosto también bloquearán las ciudades de capitales del país y ratificó su pedido de renuncia del Ministro de Hidrocarburos.

Según Gómez, la medida de presión anunciada se da para que las autoridades “digan la verdad” sobre la situación en el país y la escasez de carburantes.