Respaldado por una gran marcha de organizaciones sociales, Arce afirma estar dispuesto a “dar la vida por la democracia”
“Agradecemos siempre a ese pueblo valeroso, al cual nos debemos, y como lo dijimos ese día (del golpe): El pueblo nos puso aquí en Casa Grande, y el único que nos va a sacar es el propio pueblo”, afirmó el Presidente del Estado en Plaza Murillo, donde llegaron las organizaciones sociales del Pacto de Unidad tras realizar su "marcha por la democracia".
Respaldado por una multitudinaria “gran marcha por la democracia”, el presidente del Estado, Luis Arce, reiteró que lo ocurrido el pasado 26 de junio fue un intento de Golpe de Estado militar y afirmó estar dispuesto a dar su vida por la democracia y el país.
Desde una tarima instalada frente al viejo Palacio Quemado, Arce vio pasar la multitudinaria marcha de organizaciones sociales que llegaron de diferentes regiones de Bolivia, para dar su respaldo al Gobierno y rechazar la intención de la “derecha y el fascismo” de instalar una narrativa de “autogolpe”.
“Agradecemos siempre a ese pueblo valeroso, al cual nos debemos, y como lo dijimos ese día (del golpe): El pueblo nos puso aquí en Casa Grande, y el único que nos va a sacar es el propio pueblo”, arengó y reafirmó que está dispuesto a defender la democracia porque es un factor de desarrollo de Bolivia debido a que le permite definir en libertad su destino.
Arce, en ese sentido, pidió nunca perder de vista que la democracia “es fundamental para nuestro crecimiento y desarrollo, para salir de la pobreza y del subdesarrollo”.
“La democracia es para nosotros poder decidir qué hacer, a quién elegir y sobre todo qué rumbo tomar para llegar al crecimiento tan deseado”, afirmó.
“¡Lucho no se escapa!” era uno de los estribillos que coreaba la multitud concentrada en plaza Murillo, el mismo lugar donde, según las investigaciones ificiales, el 26 de junio se intentó un golpe de Estado con la movilización de un contingente militar fuertemente armado y apoyado con tanquetas con metralletas, bajo el mando del excomandante de Ejército Juan José Zúñiga.
En el momento más tenso de la intentona golpista, Arce, que estaba en su oficina en la Casa Grande del Pueblo, descendió y encaró a Zúñiga en el ingreso al viejo Palacio Quemado, por donde también se llega a las oficinas presidenciales.
Finalmente, el intento de Golpe se diluyó después de que Arce posesionará a un nuevo Alto Mando Militar.
Más tarde se supo que, una vez tomado el poder, Zúñiga iba a designar a su gabinete y anunciar la convocatoria a elecciones en tres meses.
“El pueblo salió a las calles, eso nos dio la fortaleza y el valor de enfrentar y encarar a esos golpistas, y demostrar una vez más que estamos dispuestos a dar nuestra vida por la democracia y el país”, aseguró Arce.
Tras el fallido golpe de Estado, el expresidente Evo Morales y la oposición coincidieron en tratar de imponer de que hubo un autogolpe y no un golpe de Estado. Sin embargo, de un total de 34 investigados hasta el momento hay 23 militares detenidos y dos civiles, por la asonada golpista que investiga la Fiscalía.
“Solo la derecha y el fascismo han tratado de encubrir con falsos discursos prefabricados que no hubo golpe de Estado ese día. Solo la derecha y el fascismo han tratado de ocultar los verdaderos objetivos e intenciones que se tenían”, cuestionó y aseguró que detrás de este tipo de hechos están intereses por los recursos naturales.
Trabajadores bajo el liderazgo de la Central Obrera Boliviana (COB), campesinos, interculturales, indígenas, mujeres Bartolina Sisa, vecinos y otros sectores sociales engrosaron la marcha y la posterior concentración que concluyó, precisamente, con el mensaje: “¡Los golpistas no pasarán!”