El Gobierno boliviano desmintió que el presidente del Estado, Luis Arce, haya orquestado un “auto golpe", como acusó el aprehendido excomandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, y enumeró diversas evidencias para demostrar que se trató de un intento de Golpe de Estado.

En primer lugar, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, afirmó que el hecho ocurrió después de que Zúñiga fuera informado que sería destituido de su cargo y afirmó que para ejecutar su plan buscó el apoyo de la Policía boliviana.

“No ha existido ese escenario, él (Zúñiga) sabía que se lo iba a relevar del cargo y ese ha sido un elemento fundamental dentro de este proceso”, afirmó en entrevista con DW, según reporte de la ABI.

La Viceministra, en ese sentido, enfatizó que el ex comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Marcelo Zegarra, relató él no estaba de acuerdo con el accionar y aunque Zúñiga invitó a sumarse a la Policía al Golpe, las fuerzas del orden “no se sumó”.

Horas antes, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, relató que en sus primeras declaraciones tras ser aprehendido, Zúñiga afirmó que el Golpe no se pudo consumar debido a que los “refuerzos” de Viacha, de la Armada y de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) no llegaron a la ciudad de La Paz.

“¿Por qué falló el plan?”, se le habría preguntado a Zúñiga en la Policía y éste habría respondido: “Porque las unidades de Viacha tardaron en llegar, también el personal de la Armada y de la Fuerza Aérea no pudieron llegar”.

Además, Zúñiga habría señalado que el plan debía ejecutarse desde las 11 de la mañana, pero finalmente el accionar militar se dio alrededor de las 14:30 horas.

En ese mismo sentido, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, aseveró que existen elementos suficientes para descartar que haya sido el presidente quien autorizó ese movimiento militar irregular.

“Desde el mismo ingreso violento al Palacio Quemado, ya se constituye en una evidencia”, sostuvo en contacto con El Deber.

Además, el viceministro señaló que el "intento de golpe" fue orquestado por jefes de cuatro unidades militares de La Paz, entre ellos los Colorados de Bolivia, de La Paz, de Oruro y Santa Cruz, que según él se estaban trasladando hasta la sede de Gobierno con unidades militares.

Aguilera también informó que no se descarta que Zúñiga tuviera apoyo internacional, hecho que está en investigación.

Prada, en esa misma línea, aseveró que el excomandante del Ejército se atribuyó el poder pensando que iba a tener el respaldo de la población y hasta de la oposición política para generar un golpe de Estado, que, dijo, según las investigaciones fue planificado hace tres semanas.

“En una primera instancia Zúñiga se atribuye la voz del pueblo, llegó a creerse el general del pueblo y empieza a creer que el pueblo iba a apoyar las acciones que estaba asumiendo y que le correspondía tomar el mando para poner orden y encaminar el país. Pensó que iba a contar con ese respaldo, lo cual no sucedió”, contó Prada en entrevista con radio Fides.

Detalló que, posteriormente, Zúñiga convocó a las fuerzas opositoras del país para que lo ayuden en sus planes ya que amenazaba con el cambio de gabinete ministerial y de tomar las estructuras del Estado.

“Empieza a hablar a la oposición del país para buscar apoyo. En su desesperación dice ‘vamos a liberar a Camacho (Fernando Camacho) y Añez (Jeanine Añez)’ y esto no próspera”, afirmó.

Por el hecho, Zúñiga y el excomandante de la Armada Boliviana, el vicealmirante Juan Arnez Salvador, fueron aprehendidos la noche del miércoles y hasta la tarde de este jueves ya suman 17 los detenidos.

 “El plan que se tenía no solo era del control territorial, sino era del control aéreo que iba a completar el golpe fallido”, dijo Prada.

Asimismo, negó “contundentemente” la versión de un autogolpe, que “están queriendo posicionar de manera irresponsable”.