El director nacional del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF, Luis Fernando Alcócer, informó, la tarde de este viernes, que los resultados de los estudios forenses confirmaron que Juan Carlos Montenegro, exgerente de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), falleció debido a un infarto cardiaco consecuente de los problemas de corazón que la exautoridad padecía desde tiempo atrás.

En conferencia de prensa, Alcócer afirmó que las causas de la muerte en concreto fue un shock cardiogénico, una lesión miocárdica y un infarto agudo de miocardio, cada uno está relacionado con el otro.

El Director del IDIF, asimismo, señaló que no había lesiones externas en el cuerpo de Montenegro y las muestras de sangre descartaron la presencia de sustancias controaladas, como bebidas alcohólicas, drogas o veneno.

En ese sentido, Alcócer señaló que se verificó que Montenegro ya tenía problemas cardiacos anteriores. Señaló que se identificó que sufría de Cardiomegalia (agrandamiento del corazón) y Miocardiopatía hipertrófica ventricular izquierda.

A decir del Director del IDIF, se pudo verificar que el exgerente de YLB consumía Losartán, Paracetamol, Amiodarana y Duopros como sus medicamentos más frecuentes.

La Amiodarona, explicó, es un medicamento que se utiliza por problemas ventriculares, pero entre sus efectos secundarios puede causar problemas cardiovasculares.

“Hablamos de que el corazón empieza a latir más lento, hipertensión y el bloqueo cardiaco. Además, va a presentar la depresión miocárdica, vemos que hay una relación”, aseveró.

El Director del IDIF, asimismo, evitó descartar que se haya tratado de un suicidio, puesto que, dijo, la topología del tipo penal corresponde a la Fiscalía.

Finalmente, señaló que aún se realiza el estudio para comprobar la veracidad de la carta pós5uma que habría dejado Montenegro.

“Para el estudio grafológico la norma nos exige contar con varios requisitos, se está haciendo este procesamiento y pidiendo algunos elementos para que nos ayude a verificar la firma correspondiente”, afirmó.

Montenegro falleció el pasado 24 de abril, pocos días después de que YLB anunciara la presentación de una demanda en contra de sus exejecutivos – entre ellos él mismo- por un caso de corrupción respecto a las piscinas evaporíticas de la Planta de Litio.

En su supuesta carta, Montenegro – que padecía problemas cardiacos- denunció que quienes comenzaron el proyecto del litio en Bolivia ahora están siendo víctimas de atropello. Defendió la limpieza de su trayectoria y aseveró que se negaba a ser "humillado por una justicia amañada".

“No se puede mellar mi límpida trayectoria académica y profesional con este tipo de atropellos y no me prestaré a ser vejado y humillado por una justicia amañada que se vende al poder político o al mejor postor. No lo puedo permitir”, dice la carta.

Y agrega: “Pido perdón a mis seres queridos por el dolor que seguramente les provocará esta mi decisión, pero lo hago también por ellos”.

En su carta, Montenegro también hace referencia el exministro de Minería Luis Alberto Echazú, quien recibió detención domiciliaria por este caso de corrupción, y afirma que ambos “tenemos un profundo compromiso revolucionario y honesta trayectoria al lado de los trabajadores y las aspiraciones del pueblo boliviano desde nuestra adolescencia”.

Además, coincide con Echazú en señalar que el caso se abrió como una excusa para justificar el “fracaso” en la estrategia de extracción directa de litio.

En la misiva, también se lee la frase “soy inocente” escrita a mano.

En el 2021, YLB identificó irregularidades técnicas en el proyecto de la Planta Industrial de Carbonato de Litio desde su diseño, y no contemplaba la puesta en marcha ni la provisión de agua de proceso.

Son 18 piscinas de evaporación que debían proveer materia prima a la planta industrial de carbonato de litio, pero quedaron inoperables a causa de los materiales usados y un mal manejo, según una auditoría.

Tras un proceso investigación especializada se estableció un daño económico al Estado superior a los Bs 425 millones.

La firma estatal activó un proceso penal en contra de 11 exfuncionarios – entre ellos Echazú y Montenegro- y la empresa contratista Gerimex SRL, dirigida por el grupo Garafulic, tras hallar problemas que afectan a la provisión de materia prima a la planta de carbonato de litio. La denuncia fue presentada por los delitos de contratos lesivos al Estado, incumplimiento de deberes, conducta antieconómica e incumplimiento de contrato.

Hasta el momento, tres exejecutivos tienen detención domiciliaria y un tercero fue enviado a la cárcel con detención preventiva.