El periodista Sebastian Moro es una de las víctimas del 2019, a cuatro años de su muerte aún no hay acusados
Inicialmente, se aseguró que su muerte fue por un accidente cerebrovascular. Ahora se sabe que fue víctima de una causa criminal, pero aún no hay acusados. Un día como hoy, 9 de noviembre, pero de 2019, envió a Pagina/12 su último artículo titulado “Un golpe en marcha”

Han pasado cuatro años desde la muerte del periodista argentino Sebastián Moro. Un día como hoy, 9 de noviembre, pero de 2019, envió a Pagina/12 su último artículo titulado “Un golpe de Estado en marcha”. Luego habló con su madre y le comunicó que saldría a caminar, no se supo más de él, hasta que fue encontrado inconsciente el domingo 10 en el departamento que alquilaba en la zona de Sopocachi en la ciudad de La Paz. Tenía signos evidentes de haber sido golpeado. Una semana después murió sin reaccionar, sin poder narrar lo que le ocurrió, en una clínica.
Inicialmente, se aseguró que su muerte fue por un accidente cerebrovascular (ACV), que le habría ocasionado un estado de coma. Su familia fue presionada para cremar el cuerpo, solo así podrían transportarlo hasta Mendoza, Argentina. Ahora se sabe que fue víctima de una causa criminal, pero aún no hay acusados.
Sebastian murió durante el golpe de Estado contra Evo Morales en 2019, su muerte aún está en investigación, aunque ya se sabe que se trató de una muerte violenta. El periodista trabajaba en la radio de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), su director, José Aramayo, fue golpeado y amarrado a un árbol, el mismo 9 de noviembre.
Mientras Sebastian estaba internado sucedieron las masacres de Sacaba y Senkata, ya con Jeanine Áñez al mando del gobierno, dejando 27 muertos y cientos de personas heridas.
La historia del periodista mendocino se plasmó en un documental de la directora María Laura Cali 'Sebastián Moro, el caminante', en el que se relatan los últimos días de vida del periodista.
Oxígeno pudo conversar con Emiliano Salguero, quien es parte de la mesa de trabajo por los Derechos Humanos de Cordova, Argentina e integrante de la Campaña Justicia por Seba Moro. En la conversación dio detalles sobre la investigación de la muerte del periodista mendocino, sus principios y su lucha por los derechos humanos.
¿Cómo conociste a Sebastian?
A Sebastian lo conocemos en las instancias previas al golpe de Estado a Evo Morales en Bolivia, cuando en las notas que fue sacando en Página 12, alertó sobre el sabotaje que se estaba planificando y el golpe de Estado. De hecho, esta mirada es de alguna manera explicada en el documental Sebastian Moro, el caminante, la forma en la que pudo ir interpretando lo que estaba pasando en Bolivia para derrocar a Evo y al gobierno popular del MAS
Cordova tiene una población boliviana bastante importante, hermanos y hermanas que tienen doble nacionalidad o migran a trabajar alguna temporada en Cordova y otra en Bolivia; por eso es que estuvimos trabajando con sindicatos y organizaciones en la denuncia de la violación de derechos humanos que se venían perpetrando en días previos y posteriores al Golpe.
Sebastian era un periodista muy comprometido con los DDHH y cuya labor principal era monitorear y registrar lo que ocurría en los casos de lesa humanidad en Mendoza, trabajaba en Radio Nacional y también tenía un programa donde trabaja con problemas testimoniales sobre violaciones a derechos humanos y violencia institucional tanto en el pasado en Argentina, como en el presente.
Sebastian pudo intuir lo que estaba pasando en Bolivia, que le permitió descubrir el fondo de lo qué pasaba.
Sebastian tenía una mirada clara sobre cómo se fue organizando y cómo operan estos golpes de Estado organizados por el imperio. En Argentina la denuncia permanente de las madres, las abuelas, los hijos, los expresos y los sobrevivientes de dictaduras constituyen un cuerpo militante de la sociedad, además de saberes y construcciones colectivas nos ayudan a interpretar estos procesos de desestabilización y de golpes institucionales, golpes mediáticos, golpes jurídicos que hoy tenemos en Argentina contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, y contra otros dirigentes sociales como Milagro Sala.
Yo creo que Sebastian tenía muy presente nuestro pasado como sociedad argentina, además no faltó a ninguna audiencia de los juicios de lesa humanidad y así pudo dar cuenta en sus relatos y sus notas de lo que significó toda esta planificación criminal en la época de dictadura argentina
¿Cómo ves el papel de la prensa durante la crisis de 2019?
Tenemos que separar la prensa, hay distintos medios de prensa que responden a diferentes intereses, como en Argentina, con la diferencia que acá en Bolivia, quizá por el proceso de cambio, existen varios medios comunitarios o alternativos a los grandes medios de comunicación en América latina que representan a los intereses de los sectores concentrados del poder, económico y monopólico.
Yo creo que aquí ocurrieron varias cosas, por un lado el periodismo boliviano tenía un desconocimiento de todo este armado, lo cual es una reflexión para hacerse, cómo es que no manejaban esta lectura y esta información
Por supuesto, los grandes medios de comunicación ocultaron todos los hechos, no solo el de Sebastian, sino de todas las víctimas de la represión y lo que significó la aplicación del terrorismo de Estado con Jeanine Añez, Camacho y Murillo en Bolivia. Además, da cuenta de a quienes respondían en ese momento, porque fueron parte de ese proyecto de desestabilización, ocultando información y tergiversando información como ha ocurrido muchas veces.
Lo que creo es que la fuerza de los medios alternativos y de periodistas como Sebastian, que tenían la cabalidad y la capacidad que tuvo, para ponerle nombre a las cosas, permitió sacarlo afuera y contarle al mundo lo que la prensa local ocultaba acá dentro, afuera no lo pudieron ocultar.
Para nosotros, implicó tener una lectura externa muy clarita de lo que estaba ocurriendo en Bolivia. El día anterior al golpe, ya nos estábamos preparando para movilizarnos en apoyo al gobierno constitucional; de hecho la movilización se hizo el día del golpe porque ya estábamos preparados, porque esa era la necesidad de las comunidades.
En realidad, ocurrió la quema de los locales de medios alternativos, el cierre de las transmisiones públicas, el maltrato y tortura de periodistas y en el caso de Sebastian su muerte.
¿Cuál es el estado de la investigación sobre la muerte de Sebastián?
La familia de Sebastian se constituyó, con nuestros abogados, en querellantes en la causa, ante la inminencia de que no iba a ver ningún tipo de denuncia en Bolivia, ya que en ese momento el golpe ya se había conformado.
Nosotros iniciamos una causa en Argentina, esa causa se inició en Mendoza, y a la vez se inició una causa en Bolivia, en la causa boliviana está actuando como abogada representante de la familia, Mari Carrasco, una abogada de mucha honestidad, de mucho conocimiento porque ella ha sido parte de juicios similares, los pocos juicios que se hicieron en Bolivia
Nosotros tenemos que pensar como construir esta justicia, entendemos que la causa de Sebastián no es un causa aislada, es lo que nosotros llamamos un caso bandera porque hubo muchas víctimas, para no hablar de manera individual sino colectiva
Mari Carrasco dijo que la causa está avanzando lentamente, nos gustaría que avanzará en otras condiciones, con mucha más voluntad política de parte del poder judicial en la investigación y de parte de las instituciones en general. Pero, ya desde los aportes que se han hecho desde la justicia argentina y de la justicia boliviana podemos decir que Sebastián ha sido víctima de tortura, la muerte de Sebastián tiene una causa criminal y hay que encontrar a los responsables, probablemente en breve tengamos acusados o imputados.
Están próximas las elecciones en Argentina, esto podría cambiar el rumbo de la investigación.
Desde el gobierno de Macri no solo hubo apoyo, hubo complicidad en el golpe. Está el tráfico de armas que se trajeron en aviones para la represión; y al mismo tiempo se le negó el avión a la familia de Sebastián y la embajada argentina los intimó para que cremaran el cuerpo si se lo querían llevar, eso significó el riesgo de que se perdieran pruebas, que por suerte las pudimos recuperar de otro modo; pero hubiera estado mucho mejor contar con los restos de Sebastián para fines judiciales. Hubo actitudes deliberadas de encubrimiento y de complicidad.
Yo creo que si las elecciones las gana un gobierno de derecha, puede ser muy dificultoso que estas causas avancen, pero están los juicios de lesa humanidad en Argentina y hay una jurisprudencia muy grande, con más de dos mil procesados y mil genocidas condenados, hecho único en el mundo, con tribunales ordinarios, y con el apoyo de un pueblo que salió a las calles cada vez que se quizo retroceder en ese sentido.
Yo entiendo que la lucha será muy difícil, pero no va a decaer, quizá tenga otros obstáculos, pero tenemos ese legado de las madres de la plaza de mayo: la única lucha que se pierde es la que se abandona, y eso lo tenemos muy claro.
¿Por qué es importante esta lucha para esclarecer la muerte de Sebastián?
El propósito de este esfuerzo es que no haya más víctimas, que no haya más impunidad, que la sociedad boliviana tenga los mecanismos institucionales y sociales necesarios para evitar el terrorismo de Estado, como decimos en Argentina por él ”nunca más”.
El golpe de Estado en Bolivia tuvo distintos elementos, pero uno de los más importantes es la impunidad de las dictaduras anteriores. Hoy está detenido Camacho, pero su padre fue parte de los grupos de tareas de Banzer, y nunca fue condenado, nunca fue enjuiciado y nunca supimos qué pasó con sus víctimas.
Entonces cuando hay impunidad en el pasado, la impunidad continúa hacia el presente. Nosotros queremos construir una democracia realmente popular, tenemos que garantizar memoria, verdad, Justicia, reparación integral, que no solo es económica, y no repetición.
Ha sido la lucha de Sebastián, una lucha que ha estado acompañando la lucha del movimiento campesino, del movimiento indígena de Bolivia, no son luchas separadas, las víctimas de los terrorismos de Estado en América Latina siempre son los más necesitados los que salimos a la calle para conseguir nuestros derechos
Tenemos que tener una democracia, un poder judicial y una sociedad que tenga esos valores principales democráticos, solidarios y populares que son por los que lucharon Sebastián y los 30.000 desaparecidos en la Argentina y las víctimas de todas las dictaduras bolivianas.
¿Cómo aporta el documental, estrenado este año, sobre la muerte de Sebastián a esta causa?
El documental da cuenta de que Sebastián no solo era periodista, no solo era relator, sino que también era un excelente escritor, yo comparo su escritura con la de Rodolfo Walsh, que dice la palabra exacta en el momento exacto y que además trasciende el tiempo. Una prueba es el titular que publicó en Página 12, Un golpe de Estado está en marcha, en medio de la crisis de 2019, y que después asumió todo el pueblo boliviano.
Yo creo que a través del arte estamos llegando a un sector de la sociedad, no sé si a todos, pero sí a la clase media que fue la que, de alguna manera, apoyó el golpe de Estado en Bolivia. Porque el documental da cuenta de quien era Sebastián como un ser humano, humaniza a un militante, lo pone en el lugar de cualquier persona y esto es una de las virtudes de este documental, no permite que nadie se sienta ajeno, ojalá esto sirva para sensibilizar y movilizar a toda la sociedad y a este sector que fue el que más apoyó el golpe.