Tras casos de abusos, Presidente de la CEB advierte que existe una campaña de difamación en contra de la Iglesia
“Parece que se está aprovechando las acusaciones de abusos, inaceptables por supuesto, y que nos crean tristeza y vergüenza, (para generar) una campaña de difamación, como si la Iglesia tuviese el patrimonio de los abusos”, señaló el Monseñor Aurelio Pesoa.

El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Monseñor Aurelio Pesoa, afirmó que se busca aprovechar las denuncias de abusos para generar una campaña de difamación en contra de la Iglesia.
“En nuestro país, en los últimos tiempos, la Iglesia fundada por Jesucristo sobre la roca de Pedro, está amenazada a causa de los delito de abusos cometido por algunos de sus hijos. Somos conscientes de que actuaciones de este tipo producen más escándalo en la Iglesia Católica que en otras instituciones, por ser seguidores de Cristo”, afirmó el prelado a tiempo de lamentar las declaraciones que indican una actitud de criminalización y de “anulación de la presencia de la Iglesia Católica”.
Aunque Pesoa reconoció la magnitud de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia y aseguró que estos sin inaceptables, señaló que las denuncias son usadas para difamar y hacer ver que la Iglesia es “patrimonio de los abusos”.
“Parece que se está aprovechando las acusaciones de abusos, inaceptables por supuesto, y que nos crean tristeza y vergüenza, (para generar) una campaña de difamación, como si la Iglesia tuviese el patrimonio de los abusos”, señaló el Obispo.
Asimismo, el Presidente de la CEB lamentó que la creación de una comisión especial para investigar los casos de pederastia cometidos en entornos eclesiales en Bolivia excluye a otras instituciones y otros casos de abusos. “Ello nos criminaliza como Iglesia y deja en mal lugar a la mayoría de miembros de la Iglesia Católica”, sostuvo.
La polémica por los casos de pederastia eclesial inició tras revelarse el diario del fallecido jesuita español Alfonso Pedrajas, quien dejó confesado que abusó a al menos 35 menores, sobre todo en el departamento boliviano de Cochabamba.
Tras ello, la Fiscalía inició investigaciones y se conoció otros casos similares en el país, a tal punto que, en cierto momento, 35 sacerdotes fueron investigados por los delitos de abusos a menores de edad.
Además, el presidente del Estado, Luis Arce, envió una misiva al Papa Francisco para dar a conocer tales hechos y el Sumo Pontífice respondió con el compromiso de colaborar en las investigaciones para resolver todos los casos de pederastia eclesial en el país.