Amparo Carvajal, la dirigente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), afirmó que ella fue elegida como presidenta de la institución hasta el 2025 y reiteró que no dialogará con Edgar Salazar, dirigente paralelo de la APDHB.

“No dialogaré con Edgar Salazar porque es un avasallador. Yo le gané por un voto en las elecciones de 2017. Luego, en 2019 él me desconoció, se hizo apoyar con la COB y otros sectores sociales masistas, para hacerse elegir. En marzo de este año yo fui ratificada hasta 2025, y eso no se negocia. Aunque digan que soy vieja, que no tengo la capacidad, soy la presidenta y lo haré respetar”, afirmó Carvajal en contacto con El Deber.

El pasado sábado, con mediación del Cónsul español y el Gobierno boliviano, Amparo Carvajal dejó su vigilia de más de 50 días, que había iniciado para recuperar el control de la Sede de la APDHB, que había sido tomada por la dirigencia de Salazar a inicios de junio.

También el sábado abandonaron las instalaciones de la APDHB los seguidores de Salazar que habían iniciado una huelga de hambre para exigir que Carvajal acceda al diálogo.

Como parte del acuerdo, ayer se realizó el inventario de todo lo encontrado en el interior del edificio de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, a través de un notario, y con representantes de las dirigencias de Carvajal y Salazar.

En ese sentido, se esperaba que el diálogo entre ambas facciones inicie en estos días con la mediación del presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Al respecto, Edgar Salazar afirmó en pasados días afirmó que él y Carvajal deben estar dispuestos a renunciar si eso posibilita un Congreso de Unidad para dar fin a la crisis a la APDHB.

Empero, Carvajal descartó dejar la presidencia de la APDHB y cualquier posibilidad de diálogo para renovar directiva de la institución.

Ya el pasado lunes, Carvajal había señalado que no puede dialogar con Salazar pues lo considera un “avasallador” y hasta un “ladrón”.