El viceministro de Coordinación Gubernamental, Gustavo Torrico, afirmó este viernes que el encarcelado gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, es un reo extremadamente privilegiado y un reo de lujo, porque tiene atención médica continua, alimento provisto por su familia y visitas diarias.

“El señor Camacho es un reo privilegiado, extremadamente privilegiado para mi gusto y para, creo, todo el país. Así como exigimos igualdad ante la justicia, también deberíamos exigir igualdad de condiciones para todos los presos”, planteó en declaraciones a Radio Éxito.

Mencionó que los presos no tienen asistencia médica personalizada como sucede con Camacho, incluso de especialistas del Hospital de Clínicas, aunque, según Régimen Penitenciario, el Gobernador rechaza ser revisado por ellos.

En Régimen Penitenciario “se tiene un médico para todos los presos, mientras al señor Camacho le han instalado, en realidad, casi una clínica en Chonchocoro. Tiene equipos de cardiología, de análisis, un médico y una enfermera las 24 horas, exclusivamente para él en Chonchocoro”, insistió.

Para Torrico, Camacho es “un reo de lujo, un poco más y lo tenemos preso en un hotel de 5 estrellas, lo que no tiene el resto de la población en el país”.

El también expresidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz está encarcelado de forma preventiva en el recinto penitenciario de Chonchocoro, de La Paz, desde diciembre de 2022, acusado por el delito de terrorismo dentro del caso ‘Golpe I’.

En una reciente audiencia virtual, Camacho apareció con el cabello crecido y un aspecto más delgado del que tenía, lo que llevó a sus hijos y seguidores a denunciar una supuesta “tortura”.

El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, rechazó tal acusación y afirmó que hay “registros de todo lo que en la administración penitenciaria se está haciendo respecto al estado de salud del privado de libertad”.

“Se han ofrecido especialistas al interior del centro penitenciario de Chonchocoro de un hospital de tercer nivel con los cuales tenemos convenio, han sido rechazados. Nosotros no quisiéramos entrar en mucho detalle, pero muchos son los esfuerzos que ha hecho la administración penitenciaria, los cuales también en su momento han sido rechazados”, aseguró en Unitel.

Recordó que Camacho pesaba cuando ingresó a Chonchocoro 62 kilos y ahora 54,900 kilos; “es decir, perdió 5 kilos, no 20, como se especuló”.

Además, comentó que Camacho no come el alimento preparado para el resto de la población carcelaria, sino que consume todo lo que su familia le lleva cada día y en cualquier horario.

“No come comida de la población privada de libertad, son ellos (familiares) que traen la alimentación; entonces, habría que preguntarles, en algún momento, ¿qué es lo que pasa?, ¿por qué baja de peso?, ¿come o no come?, porque es con ellos que comparte el desayuno, el almuerzo y la cena”, reveló en otra entrevista con La Razón Radio.

Subrayó que la familia ve los controles que hacen a diario los médicos y acompañan en la alimentación a Camacho, y no se cuestionan “¿por qué hay una baja de peso?, ¿qué no se consume?, simplemente salen muy cómodamente a decir hay torturas, vejámenes y que no hay una buena atención”, reprochó.