El expresidente y jefe nacional del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, acusó hoy al Gobierno de ordenar una “persecución” en contra de la dirigencia de es epartido político en un afán por distraer a la población sobre los “problemas económicos” que, dijo, atraviesa el país.

“La persecución contra la dirigencia del MAS-IPSP continúa. La Fiscalía hace caso a las órdenes de la derecha interna y los golpistas para citarnos. No buscan justicia. Pretender armar un espectáculo político para distraer al pueblo que está preocupado por los problemas económicos”, señaló Morales a través de su cuenta de Twitter.

El mensaje de Morales llega un día después de que uno de sus fieles escuderos, el diputado Héctor Arce se presentara a la Fiscalía, y se acogiera a su derecho al silencio, dentro del proceso que se le inició por presunta corrupción cuando fundía como Alcalde de Omereque.

Además, Bolivia vive un contexto inusual marcado por una sobredemanda de dólares fruto de una serie de especulaciones.

No obstante, el Gobierno nacional confía en solucionar la sobredemanda de dólares con la inyección de algo más de $us 540 millones que ya están en el mercado con la liberación del encaje legal que habilitó de $us 240 millones y con los Derechos Especiales de Giro (DEG) por $us 300 millones, afirmó el portavoz Presidencial, Jorge Richter.

 “El país tiene, en este momento, estos recursos mientras se aprueban lo créditos, mientras ingresan divisas efectivas al país”, explicó Richter en el programa Fama, Poder y Ganas.

Aseguró que, con estas medidas, "Bolivia va a pasar este momento, va a solucionar este momento”; sin embargo, señaló que se debe mirar a futuro para identificar cuáles son los mecanismos que van a permitir tener un flujo necesario de divisas en el país, para atender la demanda de importación y exportación.

La sobredemanda de dólares llevó al Banco Central de Bolivia (BCB) a realizar la venta de la divisa de manera directa a la población. Entre el lunes 6 y el sábado 11 de marzo, el BCB comercializó $us 24.124.000 a 298 personas de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.