La Iglesia Católica, a través de Ricardo Centellas, arzobispo de Sucre y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), exhortó al Gobierno a buscar el diálogo con representantes de Santa Cruz para evitar que esa región vaya a un paro indefinido exigiendo que el censo sea el 2023 y no el 2024.

“Ojalá que este conflicto social no crezca y, muy pronto, en estos días, se instale una mesa de diálogo. Yo creo que es el Gobierno quien debe buscar a los entes en conflicto para escucharlos y para buscar alguna alternativa. El camino es el diálogo, ojalá que no se llegue a un paro indefinido, ojalá que no dejen pasar los 21 días, ya han pasado algunos días. No hay signos de un encuentro de una instalación de diálogo que nos permita encontrar soluciones pacíficas, soluciones que no haga sufrir a nadie porque imaginarse un paro indefinido es contraproducente para el desarrollo del país”, dijo Centellas a Correo del Sur.

El Gobierno, a través del Ministerio de Planificación, convocó a instituciones cruceñas a una mesa técnica el próximo 11 de octubre para discutir y analizar su propuesta de que el censo sea el 2023; sin embargo, desde el Comité Interinstitucional de Santa Cruz rechazaron asistir al encuentro.

El Comité, además, mantiene su amenaza de que el paro indefinido empezará el 22 de octubre si es que el Gobierno no cede y decreta que el censo se realice el 2023.

La postergación del censo hasta el 2024 se definió en una reunión entre el presidente del Estado, Luis Arce, y el Consejo Nacional de Autonomías. En ese encuentro participaron ocho de los nueve gobernadores del país, siendo el único ausente la principal autoridad de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.