Con escaso movimiento en la centro de la ciudad capital y algunos incidentes entre personas que se oponen a parar sus actividades y quienes acatan la medida impulsada por sus autoridades políticas y cívicas, Santa Cruz acata un paro de 48 horas para exigir que el censo sea el 2023 y no así el 2024.

Según medios locales, en la ciudad capital hay poco movimiento de gente y autos, aunque en las zonas alejadas el transporte público busca trabajar con relativa normalidad.

El escaso movimiento en la calles no es el único tema que marca la primera jornada de paro cívico. Y es que la Policía se ha desplegado en las calles para despejar zonas bloqueadas y escoltando a los micros que han salido a trabajar.

En ese sentido, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó que hasta las 08.00 horas de este lunes se tenían reportados 30 puntos de bloqueo en todo el departamento de Santa Cruz, en el primer día de la medida de presión.

“En todo el departamento de Santa Cruz existen tan solo 30 puntos de bloqueo, se trata de unas, máximo, 650 personas de más de tres millones de habitantes que tiene el departamento de Santa Cruz”, indicó el ministro en declaraciones a la red Patria Nueva.

Alentado por el gobernador Fernando Camacho y sin respaldo del alcalde Jhonny Fernández y varios sectores sociales, el denominado Comité Interinstitucional convocó a un paro de 48 horas, para este lunes y mañana martes, para que el censo se realice en 2023.

Se trata del segundo paro luego del cumplido el 25 de julio, que fue muy débil porque solo se acató en el centro de la capital cruceña y porque los demás municipios del departamento trabajaron con normalidad.

A diferencia de otras ocasiones que el gobernador pedía a la población que se quede en casa para cumplir con el paro, en esta oportunidad llamó a instalarse en las “rotondas y en las calles” para impedir el libre tránsito.