Crece la tensión entre los gobernadores de La Paz y Santa Cruz, Santos Quispe y Fernando Camacho, respectivamente.

La mañana de este jueves, Quispe calificó a Camacho de “cobarde” y “sanguinario” y lo retó a venir a La Paz a expresar sus críticas “cara a cara”.

“He recibido una crítica (…) Yo le reto al gobernador (de Santa Cruz) que venga a La Paz, que me diga en la cara porque es un cobarde, siempre habla de espaldas”, afirmó el Gobernador de La Paz.

El martes, tras la reunión entre el Ministerio de Salud, gobernadores y directores del Sedes Quispe criticó que Camacho haya hablado del censo cuando el encuentro era para discutir políticas y medidas para prevenir la quinta ola del coronavirus. Camacho respondió que habría que preguntar si el Gobernador de La Paz estaba “sobrio”.

Al respecto, Quispe afirmó que su homólogo cruceño “no tiene moral” para criticarlo y no tuvo reparos para llamarlo “sanguinario” por las masacres de Sacaba y Senkata ocurridos en 2019 durante el Gobierno de Añez.

“No sé qué miedo tiene el Camacho. Es un sanguinario, se ha manchado con la sangre de El Alto y Sacaba, por eso tiene miedo (…) Que venga, me critique de frente, yo no tengo miedo, nunca voy a tener miedo, él ha hecho mucho daño a La Paz y El Alto”, afirmó.

Por otro lado, Quispoe también se refirió a la convocatoria a un paro cívico en Santa Cruz, que se realizaría el 25 de julio, en rechazo a la postergación del censo y aseguró que no tendrá la contundencia que Camacho espera.

Para el Gobernador de La Paz, Camacho perdió fuerza y aún no entiende que es una autoridad departamental y no el líder cívico que era años antes.

“No va a tener ese apoyo contundente que tenía antes (…) Su ejecución es del 9%, está haciendo quedar mal a todos los gobernadores. Cree que sigue siendo el presidente del Comité Cívico, no se da cuenta es gobernador. Debería trabajar y no hacer sus paros”, dijo.

Finalmente, Quispe criticó que Camacho no haya participado de la reunión del Consejo Nacional de Autonomías, donde los ocho gobernadores asistentes coincidieron en la necesidad de postergar el censo, y ahora “mande cartas” para buscar diálogo con el Gobierno central.