Agente chilena afirma que Bolivia admitió que el Silala es un río internacional
Chile presentó el 6 de junio del 2016, bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, una demanda contra Bolivia ante la CIJ para que esta declare que el Silala es un curso de agua internacional y que Chile, en su calidad de ribereño, tiene derecho al uso de sus aguas. La CIJ orficializó que las audiencias empezarán el 1 de abril y se extenderán hasta el 14 del mismo mes.

La agente de Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Ximena Fuentes, afirmó en las últimas horas que Bolivia admitió que el Silala es un río internacional, por lo que espera que la CIJ falle en gran medida a favor del país trasandino.
En entrevista con CNN, Durán explicó que “para beneficio de Chile”, Bolivia cambió su tesis de que el Silala es una vertiente natural desviada artificialmente.
“Finalmente, Bolivia reconoce que Chile tiene algo de razón, una buena parte de razón, cuando nos contesta (en los alegatos) Bolivia señala: reconozco que es un río internacional que, efectivamente, por la pendiente del terreo estas aguas, que, efectivamente, nacen de manantiales y después forman un río que naturalmente cruza la frontera y entra a territorio chileno. Hasta ahí uno podría haber dicho se acaba el caso Silala porque la postura chilena fue aceptada por la contraparte”, detalló la también subsecretaria de Relaciones Internacionales de Chile, según distintos reportes de prensa.
Sin embargo, sostuvo, ahora Bolivia plantea que “una parte de ese flujo del río Silala sería lo que llaman ellos flujo artificial” y que forma parte de la disputa judicial. Para Fuentes esta tesis es “una teoría que no se condice con el derecho internacional”.
Según la autoridad chilena, el argumento boliviano, después del cambio, es que una parte de ese flujo del Silala es un “flujo artificial”. “Ese argumento es bien difícil de entender, porque aquí lo que tenemos es un río, un acuífero bajo el río, que es el que produce estas vertientes, y por lo tanto no hay agua artificial alguna”, dijo.
En ese marco, con respecto al petitorio boliviano, la autoridad de Chile señaló que su país sostiene que esa distinción entre flujo artificial y flujo natural no existe para el derecho internacional, ni menos en este caso, y por lo tanto pidió a la Corte que “deseche lo que señala Bolivia, declare que toda el agua está sujeta a la misma regla”.
La demanda por el Silala
Chile presentó el 6 de junio del 2016, bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, una demanda contra Bolivia ante la CIJ para que esta declare que el Silala es un curso de agua internacional y que Chile, en su calidad de ribereño, tiene derecho al uso de sus aguas.
En la demanda presentada ante La Haya, Chile argumentó que el Silala se origina en manantiales de agua subterránea en territorio boliviano “a unos pocos kilómetros al noreste del límite internacional entre Chile y Bolivia. El Silala luego fluye a través de la frontera hacia territorio chileno donde recibe aguas adicionales de varios manantiales. . . antes de llegar al río Inacaliri”.
Según Chile, la longitud total del Silala es de unos 8,5 km; de esta distancia, aproximadamente 3,8 km se ubican en territorio boliviano y 4,7 km en territorio chileno. El país trasandino también afirmó que “las aguas del río Silala históricamente y desde hace más de un siglo han sido utilizadas en Chile para diferentes fines, entre ellos el abastecimiento de agua a la ciudad de Antofagasta y las localidades de Sierra Gorda y Baquedano”.
Asimismo, explicaron que "la naturaleza del río Silala como curso de agua internacional nunca fue cuestionada hasta que Bolivia, por primera vez en 1999, reclamó sus aguas como exclusivamente bolivianas”.
También sostuvieron que “siempre ha estado dispuesto a entablar conversaciones con Bolivia sobre un régimen de aprovechamiento de las aguas del Silala”, sin embargo estas conversaciones no tuvieron éxito “debido a la insistencia de Bolivia en negar que el río Silala es un curso de agua internacional y la aseveración de que tiene derecho al 100% de uso de sus aguas”.
Ya en agosto de 2018, la representación boliviana presentó la contramemoria, acompañada de una contrademanda, en la que pide, entre otras solicitudes, que La Haya declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y sobre el flujo artificial de las aguas del Silala.