Procuraduría revela desacuerdos entre Murillo y su defensa; aún se espera la confirmación de su audiencia
El Procurador boliviano fue claro en indicar que para llegar a un acuerdo con la Fiscalía estadounidense, Arturo Murillo deberá aceptar su culpabilidad en el caso y cumplir una pena.

El procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, reveló hoy que el exministro de Gobierno, Arturo Murillo, tiene desacuerdos con su defensa dentro de las investigaciones que se le sigue en Estados Unidos por los delitos de soborno y lavado de dinero.
Los desacuerdos, según Chávez, se refieren principalmente a los pasos a seguir para que el exministro llegue a un acuerdo con la Fiscalía norteamericana para tratar de reducir su pena, que puede ser de hasta 20 años.
“Nos ha llegado última información que habría alguna diferencia entre el señor Murillo y sus abogados de defensa. Habría que ver si el tribunal o juez lleva adelante la audiencia. La abogada pidió hacer conocer al juez los desacuerdos que hay entre ella y el señor Murillo”, declaró Chávez en el canal estatal.
En ese sentido, el Procuador fue claro en indicar que para llegar a un acuerdo con la Fiscalía estadounidense, Murillo deberá aceptar su culpabilidad en el caso y cumplir una pena.
“Si algún momento el señor Murillo u otros involucrados aceptan un acuerdo con la Fiscalía, lo primero que tendrán que hacer es reconocer su culpabilidad. Obviamente ya no habrá mucho que investigar, ellos tendrían que reconocer que realizaron los delitos mencionados, y tendrán que tener una sanción penal, no saldrán liberados simplemente por el acuerdo, llegarán a un acuerdo, se declaran culpables y tendrán una pena aminorada”, detalló.
La autoridad, por otro lado, también dio a conocer que en el transcurso de esta semana se conocerá si la audiencia de Murillo es ratificada para el 9 de julio o se posterga hasta agosto.
Asimismo, aseguró que se termina de recolectar las pruebas para instaurar un juicio civil en contra de Murillo, en Estados Unidos, por la compra con millonario sobreprecio de gases lacrimógenos a través de una empresa intermediaria estadounidense.