Los líderes de las dos principales fuerzas opositores del Gobierno, Carlos Mesa (Comunidada Ciudadana- CC) y Fernando Camacho (Creemos), coincidieron en señalar que en el país inició una “persecución política” de parte de las actuales autoridades con excusa de un presunto golpe de Estado en noviembre de 2019.

A través de un comunicado, Mesa y la alianza de CC señalan que en el país “ha comenzado un proceso brutal y arbitrario de persecución política, basado en la insólita invención de un caso. Un inexistente golpe de Estado supuestamente consumado en 2019”.

En ese sentido, CC reprocha que se haya dictado la amnistía de los responsables del “mayor fraude electoral de la historia del país” y se inicie una persecución contra quienes gobernaron el país “a partir de una incuestionable sucesión constitucional”.

“Se trata de un atentado contra la libertad, pero sobre todo es una ofensa a los millones de bolivianas y bolivianos que lucharon por la democracia en los heroicos 21 días de resistencia contra el FRAUDE y el prorroguismo inconstitucional de Evo Morales”, señala el documento.

Finalmente, señala que se vulneran los derechos de las exuaotridades – hoy aprehendidas o con órdenes de aprehensión- y denuncia que el actual gobierno “quiere construir una falsa realidad alternativa para legitimar su fraude e inventar un golpe de Estado, usa el Órgano Judicial y Fiscalía como martillo ejecutor de la persecución y la represión”.

Camacho envó una carta a Arce

Por su parte, Fernando Camacho envió una carta al presidente Luis Arce pidiéndole que cese la persecución y trabajar en la reactivación de la economía. Le advirtió que el pueblo tiene convicción democrática y no se quedará de brazos cruzados.

“Presidente, usted y todos los bolivianos sabemos que en octubre y noviembre del 2019 lo que ocurrió fue un fraude perpetrado por algunos dirigentes de su partido”, señala el segundo párrafo de esa carta.

En la misiva, firmada este 12 de marzo, Camacho señala que está preocupado por la" persecución", detención y órdenes de aprehensión por un supuesto "golpe de Estado”.

“Las Fuerzas Armadas y la Policía simplemente se negaron a salir a las calles a reprimir al pueblo”, señala, al asegurar que las movilizaciones de noviembre fueron “pacíficas”, en rechazo al supuesto fraude para dar la victoria al entonces presidente Evo Morales y amparadas en un informe de la OEA que halló “irregularidades” en el conteo de votos.

Según Camacho, Luis Arce está obligado a mantener un "discurso mentiroso" sobre el supuesto golpe para tapar el fraude de su partido.

“Entiendo en alguna medida, aunque por ética no lo comparto, que políticamente se vea obligado a mantener un discurso mentiroso de golpe para tapar el fraude perpetrado por su partido, lo que no entiendo es que esa mentira se convierta en política de Estado y empiece nuevamente la persecución a los bolivianos, buscando volver a la confrontación del pasado, más aún en la precaria situación sanitaria y económica en la que nos encontramos como país”, señala la carta.

Camacho aseveró que seguirá en Santa Cruz y no piensa irse a ningún lado. “Seguiré firme para trabajar por la gestión que Santa Cruz y Bolivia necesitan, pero también para combatir con todas mis fuerzas el amedrentamiento, el abuso y la persecución”, señala.