El expresidente del Estado, Evo Morales, acusó a las embajadas de Brasil, de la Unión Europea, y hasta  a la Iglesia Católica de haber sido partícipes del “golpe de estado” en su contra, en noviembre del 2019.

“(…)  Mi información oficial, confirmada y reconfirmada, es que se reunieron Waldo Albarracín, activista de la derecha, con la gente de Carlos Mesa, Fernando Camacho, Tuto Quiroga, la Iglesia Católica, el embajador de Brasil y también el de la Unión Europea. Eso fue un domingo y allí dijeron que la Áñez iba a ser la presidenta. Mesa es el responsable de designar a Añez”, señaló Morales entrevistado por Página 12 de Argentina, país en el que está refugiado.

Consultado sobre si se refiere a que la Embajada de Brasil en Bolivia fue “partícipe del golpe de Estado”, Morales respondió afirmativamente.

“Sí, totalmente. Y no solamente ese día, al día siguiente igual, hubo participación de la embajada de Brasil en una reunión con Mesa, con Quiroga, con Camacho no sé, pero esos personajes junto con algunos jerarcas de la iglesia católica, han sido actores del golpe de estado”, aseveró Morales.

El expresidente también señaló que el Embajador de la Unión Europea fue parte de ese hecho y queda demostrado, dijo, en el hecho de que “estuvo mandando mensajes a los asambleístas del MAS donde los llamaba a hacer una mesa de diálogo”.

La Cancillería responde y ve afanes desestabilizadores

Tras los dichos de Morales, la Cancillería del Estado emitió un comunicado en el que rechaza las expresiones del expresidente y denuncia afanes desestabilizadores.

“Con estas afirmaciones, Morales utiliza una vez más su condición de asilado en Argentina para buscar la desestabilización de Bolivia y poner en duda la soberanía e independencia política del país. Este tipo de calumnias y declaraciones injerencistas no deben ser permitidas por el país asilante ni por los países que respaldan la democracia”, señaló la Cancillería.

Asimismo, señala que “Bolivia recuperó su democracia a través de un movimiento civil liderado por la juventud” y asegura que en el país se llevará adelante “elecciones transparentes, sin fraude ni manipulaciones dolosas, como las que sucedieron durante el gobierno de Morales”.

“El Gobierno de Bolivia agradece nuevamente a los organismos internacionales, Estados de la región y a la comunidad internacional por el apoyo a Bolivia en el proceso de transición democrática, después del fraude electoral ocurrido en octubre de 2019”, finaliza el documento compartido por la Cancillería boliviana.