El ministro de Salud, Marcelo Navajas, informó hoy que el Gobierno determinó incluir a  la Ivermectina en la lista nacional de medicamentos esenciales de Bolivia, en comprimidos de 3 y 6 miligramos.

La autoridad, en conferencia de prensa, dejó en claro que no existe evidencia ni validación científica que la Ivermectina ayude a curar el coronavirus, pero señaló que existen varias “pruebas en curso” para verificar aquello.

“La Ivermectina no tiene una validación científica, pero hay muchos estudios en curso para el uso en humanos. Sin embargo, este medicamento se encuentra en las listas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y como producción nacional”, aseveró,.

Señaló que con la resolución ministerial emitida para incluir a la Ivermectina en lista esencial de medicamentos, Bolivia podrá tener la posibilidad de su importación y su uso en diferentes dosis de este producto. “Con la aclaración de que es un producto que no tiene una validación científica en el tratamiento del coronavirus, pero si sirve para otras enfermedades parasitarias”.

El Ministro de Salud, en esa línea, fue enfático en señalar que los médicos deberán usar la Ivermectina  con “consentimiento informado”, es decir, informando a los pacientes que es un medicamente sin validación científica y que puede tener efectos secundarios negativos, tales como mareos, vértigo y daños estomacales.

“Pedimos a nuestros colegas médicos que van  a usar este producto que lo hagan con consentimiento informado, el paciente debe conocer que se está usando un producto a prueba para este virus”, acotó.

La ivermectina, es un medicamento usado para tratar parásitos internos y externos en animales y humanos, pero ahora crece su aplicación, no solo en Bolivia, contra el coronavirus o COVID-19.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), la ivermectina, que pertenece a una clase de medicamentos llamados antihelmínticos (contra gusanos, lombrices), es un fármaco que está indicado para el tratamiento de la estrongiloidiasis, provocada por una infección causada por un tipo de parásito que entra al organismo penetrando en la piel, llega a las vías respiratorias y se aloja en el intestino. En este caso, la solución científica actúa destruyendo los parásitos presentes en el intestino.

Controla la oncocercosis, infección causada por otro tipo de parásito que provoca sarpullidos, protuberancias debajo de la piel e incluso pérdida de visión o ceguera. El fármaco controla pero no mata a estos parásitos, por lo que no cura este tipo de infección.

También se usa para tratar algunas otras infecciones provocada por parásitos, infestación de piojos de la cabeza o del pubis y sarna. Asimismo, se ha utilizado para combatir el dengue, la gripe, zika o el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

La solución farmacéutica se puede encontrar en varias presentaciones en el mercado como: comprimidos, la más habitual, loción al 0,5%, gotas, crema y como solución inyectable y pasta si es para uso veterinario.