Fitch: las reservas de Bolivia son insuficientes para mantener el tipo de cambio
Se advierte que quien gane las elecciones del próximo 3 de mayo tendrá que implementar un difícil ajuste ya que el sector de gas de Bolivia se ve afectado por un “triple golpe”.

Bolivia ha consumido su fondo de reservas internacionales hasta tal punto que ya no tiene suficientes dólares para defender el tipo de cambio fijo de la nación, según Fitch Ratings.
En noviembre, Fitch rebajó el país andino a B+, cuatro niveles por debajo del grado de inversión, citando la disminución de las reservas del Banco Central y la agitación política tras la destitución del presidente Evo Morales.
El banco ha intervenido para mantener la moneda estable cerca de 7 por dólar en la última década. Desde que los precios cayeron para las exportaciones de gas natural de Bolivia hace cinco años, ha estado apoyando su moneda al quemar reservas a un ritmo que Fitch dice que no es sostenible: desde 2014, han caído a la mitad a menos de US$8.000 millones.
“Las políticas fiscales, monetarias y crediticias de Bolivia han sido altamente estimulantes, y el resultado final de todo esto ha sido una reducción muy rápida de las reservas internacionales en los últimos años”, dijo Todd Martínez, analista de Fitch, en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Ahora ya no pensamos que Bolivia tiene suficiente fondo de reserva para soportar un tipo de cambio fijo en un contexto de dependencia de productos básicos”.
Bolivia disfrutó de una de las tasas de crecimiento más fuertes de América Latina durante la presidencia de Morales entre 2006 y 2019, impulsada inicialmente por los crecientes ingresos de las exportaciones de gas natural. Cuando los precios del gas cayeron en 2015, el Gobierno aumentó el gasto público para apoyar la economía, convirtiendo los superávits fiscales y de cuenta corriente en profundos déficits.
Asimismo, Martínez advierte que quien gane las elecciones del próximo 3 de mayo tendrá que implementar un difícil ajuste ya que el sector de gas de Bolivia se ve afectado por un “triple golpe” de precios más bajos, caídas en la producción debido a la baja inversión y la caída de la demanda de Brasil.
Fitch, en ese sentido, espera que la economía de Bolivia se expanda solo 1% este año, que sería su ritmo más lento desde 1999. El pronóstico de la firma de calificación es mucho más sombrío que el del Fondo Monetario Internacional, que pronostica un crecimiento de 3,8%, y el del banco central boliviano, que pronostica una expansión de 3,5%.
Aun así, el país parece haber evitado el “peor escenario” de una contracción severa, dijo Martínez. En el apogeo de la agitación, cuando hubo bloqueos en las carreteras y daños a la infraestructura y la producción de gas, parecía que la economía podría sufrir “daños reales”, dijo.