El Gobierno pide investigar a los verdaderos responsables de autorizar los vuelos de LaMia
El 28 de noviembre de 2016, el vuelo 2933 de LaMia, que trasportaba al Chapecoense a Colombia, para disputar la final de la Copa Sudamericana se precipitó y acabó con la vida de 71 personas.

El Gobierno transitorio, a través del Ministerio de Obras Públicas, instruyó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) realizar una investigación para dar con los verdaderos responsables de haber autorizado los vuelos a la aerolínea LaMia, que se accidentó el 2016 y provocó el fallecimiento de 71 personas, entre ellas el plantel profesional del club Chapecoense.
El ministro de Obras Públicas, Yerko Núñez, señaló que habrá que dar tiempo a la DGAC para tener resultados de esta nueva investigación, pero recalcó que el Gobierno transitorio tiene la intención de descubrir la verdad de los hechos que “han causado daño a la población boliviana”.
“Se tiene que dar con los responsables, no es posible se responsabilice a personas de bajo rango”, aseveró Núñez, según un reporte de Gigavisión.
Recalcó que si las investigaciones así lo establecen, se denunciará a los responsables ante la Fiscalía, la Contraloría o ante las instancias que corresponda.
“Una de las tareas de este gobierno de transición es conocer, investigar, mandar cosas a la Fiscalía si corresponde, a la Contraloría (…) la población merece conocer los verdaderos hechos que han causado daños a la población boliviana”, agregó.
El 28 de noviembre de 2016 el vuelo 2933 de la compañía LaMia que partió de Santa Cruz y que trasportaba al plantel del Chapecoense brasileño rumbo a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional se precipitó y acabó con la vida de 71 personas. Solo seis sobrevivieron a la tragedia.
Según las investigaciones que se tienen hasta ahora, por decisión propia del capitán y el vice capitán de la nave, decidieron no parar ni en Leticia ni en Bogotá para hacer un reabastecimiento de combustible, sabiendo que tenían la cantidad justa para llegar a Medellín. El avión tuvo que sobrevolar la zona por el tráfico en el aeropuerto y, al acabarse la gasolina, cayó a tierra.
Según el informe preliminar presentado por la Aeronáutica Civil de Colombia en abril de 2018, hubo varias irregularidades en el vuelo. Además de que la gasolina estaba en su límite, el tipo de avión en el que se transportaba el equipo y los periodistas (BAe Avro RJ85) solo podía volar a 29.000 pies y en el trayecto alcanzó hasto los 30.000. También hubo anomalías en cuanto al peso que llevaba la aeronave, ya que esta tenía una capacidad máxima de 41,800 kilos y se registró una peso de 42.148 saliendo desde Santa Cruz.