En un discurso de 35 minutos por los 194 años de la Independencia de Bolivia,  el Primer Mandatario del Estado, Evo Morales, hizo un repaso, principalmente, de los logros económicos y sociales que tuvo sus 13 años Gobierno y resaltó, una vez más, que su deseo no es ser “el mejor Presidente de la historia” sino que aspira a ser “el Presidente de la mejor Bolivia de la historia”.

En su discurso, por ejemplo, Morales resaltó que se aumentó la esperanza de vida del pueblo boliviano y destacó que hoy en día Bolivia ya no es un “Estado pequeño”.

“Ya no somos un Estado mendigo ni pequeño, ahora somos un país digno y reconocido en el mundo”, afirmó y agregó que “si bien hemos recibido al país con 38,2% de extrema pobreza tenemos la meta de llegar al 5,3% de extrema pobreza para el 2025”.

También resaltó que “gracias a la unidad del pueblo”, en el país se desterró el racismo y la exclusión. “Ahora somos un Estado fuerte, hemos dejado atrás la injusticia de la época neoliberal”, dijo.

Para Morales, los protagonistas del cambio que experimentó el país en los últimos 13 años, “pasando de una nación pobre, mendiga, a un país fuerte y ejemplo de desarrollo”, son todos los bolivianos y urgió a proteger lo logrado en base a la unidad.

"Los protagonistas de esta historia somos todos nosotros, y en tanto mantengamos la unidad, vamos a poder proteger lo logrado y construir un mejor futuro para las familias bolivianas", remarcó.

El Jefe de Estado, en ese sentido, aseguró que hoy es una tarea urgente, consolidar y proteger lo avanzado y afirmó que "tenemos las condiciones para proyectar un futuro ambicioso y con mucha esperanza".

A su juicio, el proceso de cambio dio paso al tiempo del amanecer, de la industrialización, con crecimiento económico, integración y reconciliación. "Caminamos y trabajamos juntos a nuestro pueblo para construir, como hijos de la misma Madre Tierra, un Estado libre, digno y generoso", refrendó.

"Dejamos atrás la República que favorecía a minorías, para construir un Estado fuerte que trabaja para todos sin cúpulas ni jerarquías", sentenció.