El presidente de Bolivia, Evo Morales, expuso hoy, en el periodo 62 de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el “exitoso” modelo antidroga desarrollado en el país y reivindicó el consumo de la hoja de coca.

Según dijo, la lucha contra las drogas en Bolivia logró que en los últimos 13 años la coca cultivada en el país se redujera del 20 % al 10% del total de la región andina.

La política antidroga de Bolivia, basada en el control social y concertado de los cultivos, explicó, contrasta con la que se aplicaba con anterioridad, basada en la erradicación forzada y que "no respetaba los derechos humanos".

"Hoy nos vemos obligados a repensar nuevos modelos que reconozcan la realidad de cada uno de los países en sus propias experiencias", aseguró Morales al subrayar que cada Estado debe adaptar la lucha antinarcóticos a su propia situación.

"Cuando llegamos al gobierno heredamos un modelo ajeno a la realidad boliviana, que no tomaba en cuenta los usos culturales tradicionales y medicinales de la hoja de coca", afirmó.

Y aseveró que “la coca es parte de nuestra identidad, es parte de Bolivia", reafirmando que la hoja sagrada no es lo mismo que la cocaína. Por otro lado, Morales señaló que, a nivel mundia, la “realidad nos demuestra que la guerra contra las drogas ha fracasado” y denunció imposición foránea en este tópico.

Advirtió que resulta importante considerar que el “narcotráfico existe porque hay una demanda de drogas en países como Estados Unidos” y pidió que se evalúe si las sanciones de prevención al consumo resultan efectivas y qué acciones deberían adoptarse para mejorar esa situación.

Finalmente, Morales agradeció la ayuda, “sin condicionamientos”, de algunos organismos internacionales, que acompañan la implementación de la política antidrogas.