El presidente de Bolivia, Evo Morales, rechazó la resolución de la Organización de Estados Americanos sobre la situación de Nicaragua, porque considera que responde a una "intención golpista" en contra del Gobierno de Daniel Ortega. El Organismo decidió suspender al país centroamericano, mediante la aplicación de la Carta Democrática.

"Rechazamos que por instrucción del imperio, y con intenciones golpistas, la @OEA_oficial pretenda aplicar la Carta Democrática a #Nicaragua. No se puede ir contra la autodeterminación de los pueblos. Los organismos deben dejar intromisión y respetar la soberanía de Nicaragua", escribió en su cuenta en Twitter.

La OEA respondió a la solicitud de cinco de sus miembros, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Estados Unidos, y decidió iniciar el proceso para suspender a Nicaragua del organismo interamericano por "graves violaciones a los derechos humanos".

"Nos vemos obligados a empezar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana", anunció el secretario general de la OEA, Luis Almagro, luego de que se presentará un informe sobre los abusos de poder en Nicaragua.

"Nos obligan a acciones concretas. Ninguna revolución deja a la gente con menos derechos que cuando empezó, pero todas las dictaduras sí. Las dictaduras contaminan", dijo Almagro.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), creado hace medio año por un acuerdo de la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó que desde abril se produjeron al menos 109 muertos, centenares de heridos y miles de detenidos por violentas acciones de represión en Nicaragua y que las autoridades solamente investigaron nueve casos fatales y "el resto permanece en la impunidad".

La aplicación de la Carta Democrática implica que si la Asamblea General de la OEA constata la ruptura del orden democrático y las iniciativas diplomáticas no dan soluciones, puede decidirse la suspensión de un país miembro, en este caso Nicaragua, con el voto afirmativo de dos tercios del organismo.