La oposición boliviana advirtió hoy que con la renuncia de la, hasta hoy, presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, se agravó la crisis de esa institución y responsabiliza al Gobierno por “presionar” a los vocales electorales para habilitar a Evo Morales en los comicios del 2019.

El expresidente y candidato presidencial del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Carlos Mesa, señaló que la salida de Uriona lleva a que el Órgano Electoral esté "sometido al Gobierno" y advirtió que el país se acerca a una "grave crisis de Estado".

"El poder Judicial está sometido al Gobierno, la renuncia de Uriona lleva al poder Electoral a estar también sometido al Gobierno. Nos acercamos a una grave crisis de Estado, todo para legitimar la postulación ilegal del Presidente", señaló a través de su cuenta de Twitter.

En esa misma línea, el senador por Unidad Demócrata (UD), Óscar Ortiz, también responsabilizó al Gobierno por los supuestos problemas internos del TSE.

“Renuncia de presidente del TSE genera grave crisis porque comprueba las presiones del MAS sobre los vocales para legalizar candidaturas de Evo Morales y Álvaro García”, señaló.

Similar percepción tiene el también senador de UD, Yerko Núñez, que señaló que la renuncia de Uriona agrava “la crisis y falta de credibilidad de la institución.  La entiendo, no quiere, ni debe pasar a la historia como parte del grupo de personas que están dispuestos a matar la democracia”, dijo.

Un paso más allá fue el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, que señaló que no le sorprendería que más vocales del Órgano Electoral renuncien a su cargo. Aunque también especuló con que la renuncia de Uriona puede ser parte de una estrategia del oficialismo para suspender las elecciones.

“Sabemos que los socialistas solo van a elecciones cuando van a ganar y la mayoría de la población está en contra (de la reelección de Evo Morales). No me extrañaría que sea una táctica del propio partido de gobierno” para suspender las elecciones, aseveró.