El expresidente de Bolivia y actual vocero de la demanda marítima, Carlos Mesa, aseguró que la Casa Grande del Pueblo es una afrenta a la sociedad boliviana y su pobreza y añadió que su edificación es un gasto que se pudo haber evitado.

“Me parece una verdadera afrenta a la sociedad boliviana, a su pobreza y sus dificultades. Ese monumento al lujo y a la diferencia, se podría haber evitado”, señaló.

El exmandatario también destacó el significado histórico que tuvo el ‘viejo’ Palacio de Gobierno en la historia de Bolivia y no descartó que futuros presidentes decidan volver a trabajar en el también llamado Palacio Quemado.

“El Palacio de Gobierno fue un Palacio en el que se desarrollaron un conjunto de acciones que van desde la derecha al centro y a la izquierda. Es un Palacio que tiene recuerdos extraordinarios para Bolivia”, aseveró.

Y agregó que “habrá que ver si el próximo Presidente no decide volver al Palacio Quemado”.

Para Mesa, el discurso de que el Palacio Quemado representa al neoliberalismo es una mentira “que solo se la cree el Presidente (Evo Morales)” y calificó como un “desperdicio” la edificación del nuevo Palacio de Gobierno.

“Lamento ese desperdicio terrible”, aseveró.

La Casa Grande del Pueblo será inaugurada oficialmente el próximo 9 de agosto y tuvo una inversión de más de 34 millones de dólares. En sus 120 metros de altura, cuenta con un helipuerto, siete ascensores y un despacho presidencial que incluye sauna, jacuzzi y una sala de masajes.

En su estructura, además, funcionarán cinco ministerios: el de la Presidencia, Comunicación; Culturas y Turismo; Medio Ambiente y Agua y Energías.

Según dijo el presidente del Estado, Evo Morales, el Palacio Quemado se convertirá en la sede de Diremar y algunos de sus espacios serán convertidos en museo.