Ayer, se registró un cruce por Twitter entre el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, y el gobernador de Jujuy de Argentina, Gerardo Morales, por sus posturas encontradas respecto de la líder Milagro Sala.

Evo Morales expresó su solidaridad con “la hermana Milagro Sala” luego de su hospitalización en medio del juicio por la causa Pibes Villeros. Para el presidente, Sala cumple un “injusto encierro” y, al tratarse de “la defensora de los derechos de los pueblos indígenas en Argentina”, le deseó una pronta recuperación.

Gerardo Morales se hizo eco de estos dichos y salió al cruce. Consideró “irrespetuosa e imprudente la intromisión” del mandatario boliviano, a quien le retrucó que “Milagro Sala está presa por robarle al pueblo y por oprimir, al peor estilo fascista, a los más pobres en mi provincia”.

Además, apuntó también contra el propio Evo Morales. “Usted es un manipulador de la Constitución para eternizarse en el poder y no tiene legitimidad para opinar sobre mi país”, expresó el gobernador jujeño, según un medio argentino.

A raíz de este fuerte entredicho, el cónsul de Bolivia en Jujuy, Nelson Guarachi puso paños fríos a la situación e indicó que la polémica no afectaría las relaciones entre la provincia y el Estado Plurinacional de Bolivia.

“Yo no puedo dar un criterio al respecto. Es el posicionamiento de dos líderes, ambos elegidos democráticamente por un pueblo, y se lo respeta”.