César Dockweiler, gerente ejecutivo de la empresa de Mi Teleférico, aclaró hoy que el ascensor del teleférico blanco, ubicado en la zona de San Jorge, no se cayó como se había denunciado en las redes sociales y señaló que éste se “paro abruptamente”, durante la noche del pasado 20 de julio.

“El 20 de julio a las 8 de la noche uno de los ascensores estaba descendiendo y sin tener todavía una causa, el ascensor se frenó, no cayó. Si  hubiera caído las consecuencias habrían sido fatales (…) el ascensor se frenó, de manera abrupta, pero se frenó”, aseguró en conferencia de prensa.

Dockweiler, en ese sentido, señaló que el ascensor en cuestión está desactivado y ya se pidió un informe a la empresa española Orona, que fue la encargada de su construcción y funcionamiento, pero aún no se tiene una respuesta de su parte.

“Hemos pedido a la representante de Orona, que está dentro de los 10 mejores del mundo, que nos den un informe oficial, ese ascensor está desactivado. Y también hemos pedido que Orona venga a Bolivia a dar una explicación”, señaló Dockweiler.

Por otro lado, el gerente de Mi Teleférico señaló que después del mencionado incidente, la empresa activó sus protocolos de seguridad y todas las personas que se vieron afectadas fueron trasladadas a una clínica cercana.

“Todas las personas no quedaron internados ni un día, fue más el susto”, señaló.

En esa línea, Dockweiler pidió no relacionar el incidente del ascensor con el del embotellamiento de las cabinas del Teleférico Blanco, en la estación de la Plaza Triangular, ya que son dos sistemas diferentes.

“Debo decirlo con franqueza, no se pueden hacer comparaciones absurdas. No se puede hacer relaciones con dos sistemas diferentes, el teleférico y el ascensor son elementos diferentes, manejados por dos empresas diferentes”, sentenció.