El senador de Unidad demócrata (UD), Óscar Ortiz, solicitó a la Contraloría realizar una auditoría ambiental en la Planta de Urea y Amoniaco de Bulo Bulo y denunció que la fuga de amoniaco de esa instalación genera contaminación y la muerte de animales en las aguas de quebrada Muñecas y río Bulo Bulo. Además, cuestionó que la Planta no disponga de una planta de tratamiento de aguas industriales, lo que genera un riesgo de contaminación.

Según la denuncia del senador, la planta solo dispone de un tanque para limpiar el agua por precipitación para los elementos tóxicos que posteriormente pasan a un filtro. "Estos no serían suficientes para depurar el conjunto de los elementos químicos que se generan, esto nos lleva a un problema estructural, mientras no se construya una planta que trate estos líquidos va a seguir habiendo contaminación", señaló.

"Hay dos tipos de responsabilidades: uno YPFB que no ha previsto, y otro las autoridades ambientales, nacionales y departamentales, que no exigieron esto", añadió el senador opositor.

La Gobernación de Cochabamba realizó una inspección técnica en la planta, el secretario departamental de la Madre Tierra, Gonzalo Muñoz, explicó que se elaborará un informe de la situación. “Vamos a poder, a partir de ello, generar las primeras recomendaciones que el caso amerite. Antes no queremos precipitarnos, queremos tratar de manejar esto con la mayor objetividad”, sostuvo la autoridad.

YPFB

Después de conocerse las denuncias, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que realiza monitoreos ambientales diariamente a sus aguas efluentes, cuyos resultados reflejan que los niveles de nitrógeno amoniacal y otros parámetros de control, se encuentran por debajo de los límites permisibles establecidos por normativa legal.

El Vicepresidente Nacional de Operaciones de la estatal petrolera, Gonzalo Saavedra Escobar, aseguró que: “Por tanto, no existió riesgo de daño ambiental a las aguas de la Quebrada Muñecas, mucho menos a la flora o la fauna de la región”.

También aclaró que la fuga de amoniaco ocurrida el pasado 7 de mayo, fue un incidente interno en el “Stripper del Circuito de Síntesis de Urea”, este está aislado dentro de este equipo por lo que no representa ningún riesgo para el medio ambiente.