El Ministro de Gobierno, Carlos Romero, ratificó que la muerte del estudiante de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) fue producida por una canica de vidrio y sostuvo que éste y otros decesos y heridas que se produjeron en movilizaciones sociales tienen el objetivo de crear convulsión social.

“Queremos denunciar públicamente que estas muertes tienen la finalidad de generar condiciones para provocar una convulsión social, tienen una connotación y un componente político, lamentablemente”, manifestó Romero después de conocerse que el objeto que terminó con la vida del estudiante Jonathan Quispe Vila fue una canica de vidrio, presumiblemente disparada desde un petardo.

El Ministro señaló que “no es la primera vez que se quiere provocar una muerte en manifestaciones sociales para crear convulsión social”. Citó el conflicto de Adepcoca donde cocaleros fueron heridos también por canicas, de Colomi donde un poblador perdió la vida también por una canica según indicó el examen forense; y señaló que en este último y en el conflicto de Achacachi se incautaron armas de fuego.

Romero rechazó las declaraciones que se realizaron contra la Policía y el gobierno nacional. Cuestionó que la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón, haya publicado un tuit poco tiempo después de la hora en que falleció el muchacho y recordó los vínculos de ésta y Samuel Doria Medina con la embajada de Estados Unidos. Además, pidió que quienes emitieron criterios acusando al gobierno “tengan un mínimo de escrúpulos para pedir perdón al pueblo bolivianos por haber mentido”.

Recordó que se ha hecho una denuncia ante el Ministerio Público para que se establezcan las responsabilidades intelectuales y materiales de la muerte de Quispe y no descartó ampliar dicha denuncia para “quienes incurren en calumnia, en difamación y falso testimonio”.