El embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas y exministro de Gobierno, Sacha Llorenti, rechazó las acusaciones que el exmandatario de facto, Luis García Meza, expresó en una carta póstuma que fue dada a conocer este lunes en la mañana.

En su escrito, García Meza señala que Llorenti “al día siguiente que fue nombrado Ministro de Gobierno” subió al penal de Chonchocoro, con un grupo de oficiales, “violentando candados y chapas, así como alacenas y roperos”. Y denuncia que sacó de su ropera “$us 2.000.00, los mismos que tenía para mi abogada, dos relojes de marca, ganados por mi hijo en un campeonato de hipismo”, además de llevarse material que le sirvió para escribir el libro “Yo Dictador” como grabadoras y un tablero de ajedrez.

Al respecto, Llorenti, a través de su cuenta de Twitter, critica que algunos medios no hayan buscado la contraparte y asegura que el exdictador tenía “privilegios inaceptables” para un reo en una cárcel de máxima seguridad.

“García Meza vivía con privilegios inaceptables: tenía un departamento con sauna en Chonchocoro. Eso fue lo que se le “sacó”, señaló el también coagente de la demanda marítima boliviana en La Haya.

El 16 de marzo del 2010, a la cabeza del entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, se realizó una requisa a la celda de García Meza y se evidenció que el ex dictador gozaba de muchos privilegios en la cárcel de Chonchocoro, y decidió suspender todas esas prerrogativas para que sea sometido a un régimen similar al de todos los reos de ese penal de alta seguridad.

“Hemos encontrado que no se trata de una celda, sino de un departamento con muchas comodidades, ya que tiene un parrillero, un gimnasio bien equipado, teléfono privado y sauna”, denunció la autoridad en esa ocasión.