La división interna de la bancada de Unidad Démócrata (UD) se ahonda cada día más. Entre acusaciones de acoso y persecución, por un lado; y de ‘falsa oposición’ e intenciones de separatimos, por el otro, todo parece caer en manos de la presidente de Diputados, Gabriela Montaño.

Todo empezó hace un par de semanas, cuando dos fracciones de UD dividieron su respaldo a dos distintas autoridades para ser el Jefe de su Bancada.

Por un lado, está quienes apoyan a Gonzalo Barrientos – quienes aseguran ser la mayoría-; por el otro, están quienes decidieron dar su voto de confianza a Norman Lazarte y denunciaron un supuesto acoso político a favor de Barrientos.

Hoy, las acusaciones han ido en aumento. Por un lado, las diputadas Jimena Costa y Fernanda San Martín persistieron con sus denuncias de acosos y presión política por parte del ‘otro frente’ de UD, en especial de los senadores Arturo Murillo y Óscar Ortiz. Esto, en su opinión, derivó en que muchos miembros de su bancada se hayan sentido obligados a dar su voto a Barrientos.

En cambio, del otro lado acusaron a las asambleístas, en especial a Jimena Costa, de ser una ‘falsa oposición’ y de viajar todo el año “financiada” por el oficialismo.

“Este no es un problema de ahora, es de hace tres años”, aseguró la diputada Beatriz Capobianco al portal Oxígeno.bo

En ese sentido, la asambleísta advirtió que la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, no tiene la potestad jurídica para elegir al Jefe de Bancada de Unidad Demócrata y aseveró que debe aceptar al candidato que obtuvo una mayor cantidad de votos de parte de su partido, en este caso Gonzalo Barrientos.

Aseguró que en caso de que no se respetara esa figura no dudarán en iniciar las acciones legales que vean necesarias.

Con ese criterio también coincidió el diputado suplente Amilcar Barral, que aseguró que está en manos de Montaño el finalizar el conflicto que se mantiene por la presidencia de la jefatura de Unidad Demócrata.

“Lo que tiene que hacer es respetar lo que dijo la mayoría”, aseveró en contacto con este medio.

Además, Barral no dudo en referirse a Costa y San Martín como ‘oficilistas’.

Costa y San Martín, por su parte, calificaron de mentiras y calumnias las denuncias en su contra.

“Quieren hacer aparecer como si hubiésemos firmado apoyando la repostulación y eso es una vil mentira, lo que se quiere es generar confusión para descalificarnos”, insistió Costa.