Asambleístas de la opositora Unidad Demócrata que se encuentran en huelga de hambre desde hace casi una semana ratificaron que continuarán con la medida hasta lograr la abrogación del nuevo Código Penal y como una forma de expresar “la indignación que sienten los bolivianos cuando le arrebatan el derecho a decidir, cuando le niegan el valor de su voto y cuando le quieren imponer normas injustas”.

"Nuestra medida va a continuar hasta la última consecuencia, hasta que el Presidente abrogue ese código de la dictadura y no del pueblo boliviano", sentenció el diputado Tomás Monasterio.

En ese sentido, los asambleístas señalaron, en un manifiesto escrito, que el presidente del Estado, Evo Morales, tiene en sus manos el evitar que “se repitan momentos sangrientos que marcó la historia de Bolivia son por pensar diferente”.

Por eso, plantean crear mesas de trabajo con todos los actores de la sociedad civil para redactar un nuevo Código del Sistema Penal.

“El no escuchar esta solicitud sería un acto de soberbia y tiranía”, advierten.

Respecto al anunció que hizo el Presidente esta mañana, en el que dio un año de plazo para socializar la norma, el diputado Monasterio criticó que "la soberbia gane a la razón". 

"El Presidente sabe y reconoce que es un código que la población no está de acuerdo y el tiempo no va a hacer cambiar el pedido del pueblo", indicó.

Asimismo, ya en el manifiesto, los asambleístas exigen a Morales no solo la abrogación de la mencionada norma, sino también el respeto al voto del referéndum constitucional del 21 de febrero, en el que el 51% de la población rechazó una nueva postulación de Morales.

“Gobierne escuchando al pueblo y respetando la Constitución Política del Estado”, finaliza el manifiesto de la oposición.