El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, ha confirmado que la renta petrolera de Bolivia cerró con 2.000 millones de dólares, poco menos de 250 millones de dólares más que en 2016.

"El precio del petróleo del 2016 tenía un promedio de 43 dólares el barril, lo que permitió una renta de 1.755 millones de dólares y este año se cerrará con 50,2 de dólares con una renta petrolera de más de 2.000 millones de dólares", dijo la autoridad durante la inauguración de la fábrica de tubos, el sábado pasado, en el complejo de Kallutaca.

Sánchez expresó que en 2017 se registró la peor crisis de la historia petrolera, pero destacó las medidas de contingencia adoptadas por el Gobierno y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Como signo de una economía boyante, que por cuarto año consecutivo lidera la tabla de comparaciones regional, se espera que en 2018 el precio del crudo se sitúe entre 52 y 60 dólares el barril.

"Entonces la economía en el sector hidrocarburos y la economía nacional crecerá mucho más", manifestó el ministro Sánchez.