El ministro de la Presidencia, René Martínez, advirtió el sábado que las ‘ofensas discriminatorias’ de la dirigencia del Colegio Médico contra de la Confederación de Médicos de Bolivia conformada el viernes, reflejan su temor por perder privilegios económicos en una institución que ha perdido su esencia de servicio debido al manejo politizado y elitista de su actual directorio.

"La emergencia de una organización legítima de la nueva generación de médicos comprometidos con la salud de su pueblo ha evidenciado la contradicción de intereses con relación al actual directorio del Colegio de Médicos que parece haber adquirido una adicción a la discriminación de quien no se somete a sus dictados", dijo.

Reiteró que las puertas del diálogo permanecen abiertas y advirtió que la movilización de más de 30 días del Colegio Médico se dirige a una ruta crítica con dos efectos negativos para los médicos: la primera es la abierta politización de un sector importante de la sociedad con elementos racistas y conservadores y la segunda es el daño irreversible a decenas de miles de ciudadanos privados injustamente de su derecho a la salud y a la vida.

Hizo notar que mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a los médicos a dialogar y reconoce que Bolivia transformó su sistema de salud.

Martínez insistió en apelar al sentimiento humanitario de los médicos para que vuelvan a prestar atención a sus pacientes por un acto de ética y solidaridad.

Reiteró que la huelga general de los galenos pone en riesgo la vida de al menos 10.000 pacientes impedidos de ser sometidos a cirugías programadas y al menos 800.000 privados de atención médica en el sistema de salud.

Su negativa a instalar una mesa de diálogo sin condiciones y su afán por prolongar el conflicto han puesto en riesgo la vida de miles de compatriotas, subrayó.