El presidente Evo Morales criticó el martes la "doble moral" de Estados Unidos (EEUU) por callar ante el fraude electoral en Honduras y al mismo tiempo establecer sanciones contra el responsable del Tribunal Electoral de Nicaragua, Roberto Rivas, acusado de perpetuar en el poder al mandatario Daniel Ortega. También se refirió al papel de la OEA y en especial del expresidente Quiroga en Honduras, a quienes calificó como empleados del imperio.

"Con su conocida doble moral, EEUU sanciona al Pdte. del Tribunal Electoral de Nicaragua, por amplia victoria democrática del hermano Daniel Ortega en elecciones nacionales y municipales. El imperio no dice nada del fraude en Honduras, operado por sus empleados Almagro y Quiroga", escribió en su cuenta en Twitter.

El exmandatario boliviano Jorge Quiroga, actuó como jefe de la misión de observación electoral de la OEA en las elecciones de Honduras, el presidente Morales fue muy crítico con esta misión ya que considera que no se pronunció sobre las denuncias de fraude; sin embargo el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, llamó a celebrar nuevas elecciones generales en Honduras ya que según el informe, presentado por la misión dirigida por Quiroga, han existido irregularidades y deficiencias en el proceso electoral del pasado 26 de marzo.

"El proceso electoral estuvo caracterizado por irregularidades y deficiencias cuya entidad permite calificarlo como de muy baja calidad técnica y carente de integridad", cita a Almagro la Secretaría General de la OEA.

La Misión de Observación Electoral de la OEA denunció intrusiones deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales, valijas de votos abiertas o sin actas, papeletas de voto en estado de reciente impresión y otras irregularidades que, "sumadas a la estrecha diferencia de votos entre los dos candidatos más votado, hacen imposible determinar con la necesaria certeza al ganador".

Mientras que en Nicaragua la misión de observación electoral de la OEA consideró que se ha identificado avances importantes en diversos componentes, así como debilidades propias de todo proceso. El informe recomienda que el Sistema Electoral nicaragüense “se beneficiaría de una reforma electoral comprensiva, que abarque diversos temas. Es necesario un marco jurídico y administrativo de carácter permanente, en busca de mayor confianza y seguridad a las fuerzas políticas y a la ciudadanía”.