Los siete funcionarios aduaneros y dos militares que fueron condenados por la justicia chilena fueron recibidos por el Presidente Evo Morales, en el Palacio de Gobierno, también estuvieron presentes el vicepresidente, Álvaro García Linera, y todo el gabinete.

En principio se reunieron con el presidente en el salón de los Espejos, luego se realizó un acto público con presencia de los familiares. Morales calificó como injusta e imperdonable la detención y la sentencia que recibieron. Además, aseguró que su gobierno continuará con las denuncias internacionales para mostrarle al mundo como se comporta Chile.

"Intentaron callarnos y quiero que sepa el pueblo chileno, mensajes de la Cancillería chilena: ‘vamos a resolver este problema, pero bajen la voz’”, reveló el presidente y añadió que no se callará frente a las agresiones y que un equipo jurídico estudia la posibilidad de conseguir que “algún día Chile debe resarcir los daño cometidos contra los nueve hermanos detenidos injustamente”.

El presidente se refirió al pedido de investigación que ha solicitado la oposición de la siguiente forma: "Que investiguen a su abuela, a sus expresidentes".

Mientras los nueve bolivianos se trasladaban desde la frontera hasta la ciudad de La Paz, el presidente escribió en su cuenta de Twitter

Alex Carvajal, fue el encargado de hablar en nombre de los nueve detenidos, en principio ratificó que fueron detenidos cuando  se encontraba cumpliendo con su deber en la lucha contra el contrabando y agradeció el apoyo del presidente Morales.