El presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, en conferencia de prensa se refirió al ranking de corrupción, publicado por Transparencia Internacional afirmó que es "sesgado y políticamente orientado". Según el informe, Bolivia ocupa el puesto 113 a nivel mundial y 11 a nivel latinoamericano, bajó un punto en la calificación, de 34 a 33, el 2015 estaba en el 99. Según el ranking, el puntaje de 100 corresponde a los menos corruptos y 0 a los más corruptos.

Según este informe, existe una relación entre los gobiernos populistas y la corrupción. Según el mismo ranking, Venezuela es el país más corrupto de la región y Argentina y Brasil mejoraron su posición después de la posesión de los presidentes Macri y Temer que reemplazan a los gobiernos populistas de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff.

"Son informes sesgados, políticamente orientados", dijo García Linera y añadió que este tipo de informes publicados por ONGs tienen "vínculos muy estrechos con cierto países y poderes del mundo".

Según García Linera, Bolivia tiene el único Gobierno en América Latina que tuvo la valentía de encarcelar a sus propias autoridades "sin ningún tipo de protección”, pero que esto no esta en el informe.

"Que un Gobierno tenga la valentía de meter a sus mismos ministros a la cárcel cuando se ha detectado algún indicio de corrupción, eso no lo van a ver en ninguna parte del mundo", afirmó.

También se refirió a las nuevas unidades de transparencia dentro de los ministerios, cuyos encargados serán elegidos directamente por el presidente y vicepresidente, que servirán para detectar y denunciar casos de corrupción en los ministerios.

"No era funcional que el ministro, que toma decisiones ejecutivas, nombre a la vez al jefe de transparencia. Es probable que cuando surgiera algún acto ilegal, el jefe de transparencia, que depende del ministro, se quede callado”, explicó el presidente en ejercicio.

El índice elaborado cada año se publica desde 1995, según explica Transparencia Internacional “como la corrupción se da necesariamente de manera subrepticia no hay forma de medirla directamente. ¿Cómo calcular la cantidad de sobornos o de desvíos de fondos?”; por eso se construye a partir de encuestas realizadas a personas que tienen acceso a información privilegiada o que deben lidiar habitualmente con funcionarios públicos, como empresarios y especialistas de distintos ámbitos.