El presidente Evo Morales manifestó que Bolivia mantiene una “posición fuerte”  para que Chile termine con el desminado de la frontera. El vecino país pidió plazo hasta el 2020 para terminar con este trabajo.

El mandatario hizo esta declaración en relación a la  XV Reunión de la Convención de Ottawa que tuvo lugar en Chile del 28 de noviembre al 1 de diciembre. La misma posición mantuvo el Ministro de Defensa, Reymi Ferreira, “Haremos constar nuestra exigencia del cumplimiento de las disposiciones de la Convención de Ottawa, sobre las minas antipersonales”, señaló en una entrevista con La Razón previa al encuentro en Chile.

Chile debía desactivar las minas antipersonales en la frontera con Bolivia hasta el año 2012, pero pidió una prórroga hasta el 2020. De acuerdo un informe del entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, el vecino país tenía un total de 64.402 minas en sus fronteras hasta el año 2013. Morales manifestó que este es un compromiso que tiene que “cumplir con nosotros y con la comunidad internacional”.

Por su parte, el canciller chileno Heraldo Muñoz declaró que en su país se han removido y destruido a 146,160 minas y con ello, liberado 16 millones de metros cuadrados de minas antipersonales y antitanques. Un comunicado de la Cancillería del país vecino informó que “a la fecha, Chile destruyó completamente sus existencias de minas antipersonal y ha retirado el 69,67% de las 32.059 minas antipersonal en la zona fronteriza con Bolivia”.

Durante la reunión que terminó ayer, la Convención aceptó las peticiones de Ecuador, Perú y Níger para aplazar las fechas del desminado en sus territorios. La Convención de Ottawa fue adoptada en 1997, con ella los estados parte se comprometen a remover las minas de sus territorios. Y tiene como meta el desminado de éstos y el abandono de esta práctica para el año 2025.

El Presidente manifestó también que las políticas de las autoridades se deben a su ideología. Criticó que se autodefinan gobierno de izquierda, pero continúen bajo la Constitución realizada en el gobierno de Augusto Pinochet.