El canciller David Choquehuanca anunció que el gobierno pidió a observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) verificar “los abusos” de los que son víctimas los transportistas bolivianos por un paro nacional de 72 horas. La Cancillería chilena respondió, a través de un comunicado que Bolivia está creando un conflicto ficticio pues se han organizado turnos de trabajo por lo que el paso a los transportistas no ha sido negado. 

El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, dijo a los medios estatales que ha pedido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU la creación de una comisión que estudie las denuncias sobre el maltrato que sufren los transportistas bolivianos en la frontera. El presidente Morales ya planteó en septiembre el reclamo ante este Consejo.

"Nosotros hemos pedido una comisión que venga de las Naciones Unidas del Consejo de Derechos Humanos (...), porque siempre Chile niega, falta a la verdad”, aseguró el canciller.  "Ellos deberían garantizar el libre tránsito en todo tiempo y circunstancia (...). Si nosotros revisamos con detalle vamos a ver que Chile todos los días incumple el Tratado de 1904, no hay libre tránsito", agregó Choquehuanca.

Estamos "estudiando cuáles son los caminos que nos van a permitir a los bolivianos ejercer nuestros derechos y poner alto a esos permanentes abusos, arbitrariedades, hasta violación de derechos humanos en los puertos de Arica y Antofagasta", aseguró.

LA VERSIÓN CHILENA

El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que afirma que el reclamo del gobierno boliviano es "totalmente infundado” y apunta a crear un conflicto ficticio para contar con opciones a su demanda marítima.

"Durante los días 26, 27 y 28 de octubre, el Servicio de Aduanas de Chile y el Servicio Agrícola y Ganadero, establecieron turnos especiales en los pasos fronterizos entre Chile y Bolivia de manera de garantizar la apertura y funcionamiento de los mismos durante la paralización convocada por la ANEF. Estos turnos especiales permitieron otorgar continuidad a los servicios en los pasos fronterizos entre ambos países", establece el documento. 

En el documento también se acusa a Bolivia de impedir que el paso sea más fluido, debido a que no permite que los funcionarios chilenos operen en Tambo Quemado. ”Bolivia no contribuye a que la circulación del transporte terrestre sea expedita, pues existiendo un acuerdo de control integrado en régimen de doble cabecera, el ingreso a Bolivia debería realizarse en el complejo de Tambo Quemado. Sin embargo, habiendo concluido ciertas obras de reparación de dicho complejo, Bolivia no ha permitido que los funcionarios chilenos puedan operar en Tambo Quemado. Es legítimo preguntarse, por qué Bolivia con su conducta contribuye a entorpecer la fluidez de los pasos fronterizos, en vez de colaborar para que los controles sean más expeditos". 

En el texto se menciona que Bolivia tiene abandonada su zona franca en la ciudad argentina de Rosario y tampoco moviliza sus productos por su propio puerto fluvial de Puerto Busch; pero que se usan los puertos de Arica y Antofagasta por los beneficios que otorga Chile a Bolivia bajo el Tratado de 1904.