Convulsiones, dolores de cabeza, calambres y resfríos son algunos de los problemas de salud que aquejan a las nueve personas con discapacidad que cumplen una huelga de hambre desde hace nueve días en instalaciones de la Asamblea de Derechos Humanos, en busca de la renta de 500 bolivianos que exigen al Gobierno para mejorar sus condiciones de vida.

Con la voz entrecortada, Rosmery Guarita, quién forma parte del piquete, relató que ninguna autoridad de Estado se acercó para ‘dialogar’ con los huelguistas que cada día piensan con más certeza que el presidente Evo Morales los abandonará a su suerte y los dejará desamparados.

“Hasta ahora no hemos visto su cara (de Morales), vamos a seguir esperando hasta que se decida atendernos y se ponga en nuestro lugar.  En un principio varios compañeros querían abandonar la medida, pero decidieron seguir hasta las últimas consecuencias y así lo vamos a hacer”, dijo a Oxígeno.bo.

Según Guarita, a pesar de que se intenta desprestigiar la lucha de la caravana indicó que no se dejarán amedrentar ni acallar por personas que sólo buscan hacer daño a las personas con discapacidad. Además, informó que hoy, un grupo de médicos evaluará la salud de los huelguistas.

“Si esta lucha no fuera real no estaríamos poniendo nuestras vida en riesgo, en la huelga hay personas con epilepsia y otras con discapacidad múltiples que no están tomando medicamentos y están muy enfermos. Esperamos que el Presidente se compadezca y no dé alguna solución”, aseveró.

Respecto a la intención de entablar un diálogo con el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que ese anuncio era sólo una distracción y calificó ‘como una burla’ contra los sentimientos de los movilizados. 

“Lamentablemente están jugando con nosotros, en la vigilia los están amenazando con desalojarlos. Si quieren que nos vayamos, entonces qué el Gobierno nos atienda de una vez”, señaló.

^{Un integrante de la huelga de hambre}

Rosmery Guarita, dirigente de las personas con discapacidad en huelga.