La Central Obrera Boliviana (COB) inicia un paro de 72 horas, mientras los trabajadores anuncian que será nacional y movilizado, el gobierno se esfuerza en mostrar que será como los paros anteriores, y que el sector productivo del país no parará. La medida exige la abrogación del Decreto Supremo 2765 que cerró la Empresa Nacional Textil (Enatex) y dejó sin trabajo a más de 800 familias. 

El ministro de Economía expresó que si el paro fuera efectivo se comprometería el pago del segundo aguinaldo, pero aseguró que “felizmente” el paro no tendrá efecto en el sector productivo.

“Pero si fuera el caso de que de pronto el paro tuviera su efectividad, estuviera en riesgo el pago del segundo aguinaldo, no solo para los que paran sino para todos los trabajadores bolivianos. Ahí tienen que reflexionar los compañeros de la COB”, afirmó el ministro Arce.

Incluso el presidente Morales minimizó la convocatoria de la COB y calificó el paro como ilegal, incluso afirmó que no se trata de una demanda que le interese al país.

El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, defendió la decisión del gobierno y pidió a la COB que cuide la estabilidad de las otras empresas.

Sobre Enatex dijo que “ha tenido que cerrar porque no tiene mercado, es una empresa improductiva y le está significando gastos al Estado. No hay forma de que esa empresa siga funcionando, que pueda en este momento garantizar fuentes de empleo de ninguna naturaleza”, dijo el empresario.

Varias autoridades del gobierno, incluido el vicepresidente, han repetido que el cierre de enatex es irreversible y que el diálogo con los trabajadores debe seguir otro rumbo, incluso anunciaron investigaciones y auditorias a la empresa. 

Mientras tanto, diversos sectores de trabajadores han anunciado que no acatarán el paro, lo que hace pensar que el sector está dividido. Al parecer se tratara de otro paro que no paralice el sector productivo del país.