La Paz, 24 de febrero (Oxígeno).- “Hemos perdido una batalla democrática, pero no la guerra”, así resumió el presidente Evo Morales el rechazo de los bolivianos a la reforma constitucional que le habilitaba como candidato a un cuarto mandato. “No porque el No ganó se acabó la vida de Evo”, dijo.

La noche del martes, luego de un intenso trabajo que arrancó el domingo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) entregó los resultados al 99,72% del cómputo de actas. Los resultados reflejaron una victoria del No con el 51,30% (2.675.813 votos) ante el 48,70%  (2.540.235 votos) del Sí.

Hoy, desde Palacio de Gobierno, el mandatario explicó que estos resultados provocan a su gobierno y a los movimientos sociales que lo apoyan a continuar una lucha con mayor fuerza que antes debido a que no se compromete el denominado proceso de cambio y su programa de gobierno.

“Perdimos la modificación, una pequeña batalla, ¿acaso estoy muerto?”, acotó el Presidente resignado.

En la conferencia de prensa, el canal internacional NTN24 le consultó sobre si existe el compromiso de abandonar el Palacio de Gobierno el 22 de enero de 2020. La pregunta fue la siguiente: “¿A partir de este momento, usted puede decir a los bolivianos que se va de la silla presidencial para cederla a alguien de su mismo partido…? Morales interrumpió la consulta con la siguiente respuesta: “Acabo de decirle, respetamos el resultado del referendo”.

El mandatario fue cauto al hablar sobre las presidenciales del 2019 y específicamente sobre un sucesor que tome las riendas del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) para esa gestión. “Los movimientos sociales buscarán, oportunamente, candidato o candidata”, comentó.

En su criterio, “no es momento para hablar de sucesor, (porque) hay mucho tiempo para eso”.

Aseguró que el referendo constitucional lo fortalece porque le ayudó a identificar que al menos un 50% de los bolivianos concentra el voto duro del gubernamental Movimiento Al Socialismo.

“No es como una derrota, es una gran fortaleza tener 50% después de 10 años", informó.

Y a sus militantes y movimientos sociales les dijo: “No somos un gobierno más, somos una revolución y en las revoluciones hay batallas que podemos perder”.