Geopolítica y multilateralismo
Existen avances también de los países de América Latina, considerado el patio trasero de los comerciantes del capitalismo norteamericano. Avances en sus propios procesos económicos y democráticos, que aun sus tropiezos y fracasos como en Bolivia, se ganó algunos pasos en favor de las inmensas mayorías postergadas, sobre todo de indígenas.

La geopolítica está siendo diseñada, otra vez, bajo el manto de los países capitalistas ricos del norte. Como siempre sin consideración alguna respecto de los países del sur del mundo, saqueados y expoliados en toda la historia del capitalismo. Esa hegemonía del capital, se resume en muerte, miseria y cementerios de historia en los países dependientes. Relación internacional que no ha cambiado substancialmente, sea en democracias o dictaduras.
Los civilizados y educados gringos, hoy buscan la guerra ante su fracaso e inutilidad de manejar los complejos problemas mundiales. Porque la guerra siempre ha sido el desahogo y solución ante los estancamientos diplomáticos, sobre todo ante las sublevaciones de obreros y pobres de aquellos países. La sangre es el principal ingrediente de esos civilizados y educados gringos. No saben otras maneras de resolver sus problemas.
Sin embargo, las condiciones históricas han cambiado considerablemente en estas coyunturas. Países como China o India, ya no son los miserables de hace 50 años, cuando las potencias imperiales capitalistas dictaban los designios de la geopolítica a su antojo. Por supuesto desde las arcaicas e inútiles NNUU. Además, el retraso político y mental de los líderes del capitalismo, es notorio y absolutamente impresionante. Casi tontos e ignorantes, no entienden lo que realmente está sucediendo en el mundo, sino desde sus lentes capitalistas obsoletos.
Existen avances también de los países de América Latina, considerado el patio trasero de los comerciantes del capitalismo norteamericano. Avances en sus propios procesos económicos y democráticos, que aun sus tropiezos y fracasos como en Bolivia, se ganó algunos pasos en favor de las inmensas mayorías postergadas, sobre todo de indígenas.
Dichas condiciones son el obstáculo más grande para las potencias capitalistas. Pues ya no pueden fácilmente someter al mundo; sino es por la fuerza bruta y sangrienta como las amenazas de los comerciantes de Washington, a todos los países mediante aranceles criminales e injustos.
No sabemos realmente hacia donde se dirige el mundo. Las sospechas, sin embargo, son por ahora positivas. Esas sospechas se refieren al multilateralismo, económico como político. Escenarios posibles donde los bloques de países dependerán, al parecer, no de dependencias ideológicas sino comerciales. Además, sin la presión y chantaje del dólar, sino en una posibilidad de muchas monedas de los países con poder de negociación global.
En todo caso, por ahora, son sólo predicciones posibles en medio de la crisis del capitalismo global. En medio del ascenso de otras potencias como China, India, Brasil y otras con economías desarrolladas. Las tendencias mundiales son claras; pero todavía no precisas. El multilateralismo está siendo el escenario mejor adaptado a los nuevos tiempos. Porque la brutalidad imperial de los ignorantes comerciantes del norte, ya no es sostenible ni mucho menos.
En América del Sur también se suceden movidas en función de esos nuevos escenarios. Brasil es el país con mejores perspectivas hacia el multilateralismo. Argentina por ahora prefiere el eslabón imperial tradicional, es decir estar bajo la humillación esclavista de los neoconservadores del norte. Libreto ya conocido en nuestras historias. Pues esclavos sobran y están al servicio de los amos, por un plato de lentejas.
Bolivia como siempre, se encuentra en la incertidumbre total. Con liderazgos débiles y sin identidad de país. No resolvemos nada en lo internacional, ni siquiera en cosas sencillas y de sentido común. Somos un país absolutamente aislado y sitiado en lo económico, sin perspectivas de desarrollo y de inversiones respetables para las industrias.
Si bien apenas firmamos algo con el Mercosur, no tenemos garantizado nada. Somos terriblemente dependientes de todo. Ni siquiera las verduras que consumimos son nuestras. Por tanto, resolver semejantes problemas estructurales requiere de cirugías de alto nivel, consensos sociales que nos permitan por fin ser un país respetable en el concierto regional, para empezar. Sin esas condiciones básicas, simplemente seguiremos nomás sumidos en el tercermundismo atrasado y retrógrado.
El mundo cambia a pasos enormes, los pisos tectónicos de la diplomacia y la economía corren veloces. Bolivia sigue en el siglo XIX, retrógrada, sin perspectivas ni siquiera regionales. Sin personalidad alguna. Los cambios del mundo nos pillan otra vez totalmente sumidos en la incertidumbre, en la indignante pobreza y miseria. Como si sólo eso nomás desearíamos como país: ser pobres y atrasados en todo el sentido de la expresión.
Al parecer el multilateralismo se impondrá en los años que viene. Con los EUA ya en decadencia total y abierta, en lo económico y ético moral, el mundo busca nuevos retos y formas de organizar el mundo. Ojalá sin amos ni esclavos. Ojalá algo más democrático y menos amenazantes. Falta mucho para ver resultados en esa perspectiva. La retórica de la diplomacia ya promete algo. Veremos.
Toca ordenar nuestra Patria. Dejar los mitos que han fracasado y hundido al país en la mediocridad y miseria total. Toca volver a soñar, volver a generar utopías de cambios y revoluciones en nuestra sociedad. Toca volver a pensar y repensar Bolivia con sentido propio, con justicia social y reconstruyendo institucionalidad, reconstruyendo identidad de Nación para insertarnos en el mundo Multilateral.